jueves, 28 de diciembre de 2017

Por amor

Siento crecer una obsesión. No quiero resultados ya, no estoy pensando en resultados. Cállate, es mi vida. Yo elijo. Pocas personas ven más allá, pocas personas entienden que las raíces empiezan a crecer hacia abajo. 

¿Qué es este mundo donde todo es lo que se ve? No me importa lo que se ve. No hoy. Hoy solo estoy aburrida y exijo mi derecho de hacer lo que amo, únicamente por amor. Puedo sacar toda la presión de mi mente. Vete de mi mente y déjame disfrutar de la música. 

viernes, 22 de diciembre de 2017

Solo un poco...

Mis pies están fríos. Tengo una sonrisa sostenida. Me gustan los sonidos de los dedos mientras digitan el teclado del computador. Me gusta sentirme los nudos en la espalda, caminar del hombro al cuello, caminar por mi cuerpo. Me gusta cuando me duelen las piernas, me gusta porque quiere decir que los músculos se rompen y vuelven a sanar más fuertes que antes; y también porque se siente bien; como ciertos tipos de dolor. ¿Qué sería de la vida sin un poco de dolor? (Solo un poco). Me gusta extrañarte. Me gusta casi tanto como me gusta tu tacto... (esto último es mentiras, me gustaría que fuera cierto, pero tu tacto me gusta demasiado). 

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Navidad

Cada palabra es un ladrillo viejo, feo, sin uso, cada palabra pesa. Debo soltarlas. Esta época es una jaula de la que no puedes escapar. Debes estar en una fiesta así no lo quieras, debes sonreír, deben gustarte los niños, o por lo menos fingir que te parecen lindos, ir a centros comerciales y aguantar las filas, el ruido, las conversaciones... 

Las canciones son absolutamente inútiles. Me acostumbran a la honestidad, y la honestidad es inútil. Nadie quiere que seas completamente tú mismo. Solo un poco, una dosis moderada y programada de individualidad. La individualidad no está de moda, mucho menos en esta época. Nada cansa más que comprar y fingir. 

domingo, 17 de diciembre de 2017

Diferente

A veces se me olvida que no soy una niña... ¿Qué significa eso? ¿Se supone que cambie algo?.. Abrí Instagram y vi la foto de una familia. ¿Quién es ese señor y esa niña?  ... y luego vi a mi amiga de infancia... ahhhhhh su esposo y su hijo! Hacía años no veía fotos suyas... Quedé en shock. No sé porqué. Si lo pienso, es algo normal obviamente.

En medio de mis procesos me siento ausente del mundo "normal" la mayoría del tiempo, del mundo "social". Mis amigas con sus hijos, "mi hijo en el colegio", "se me creció"... y para mí es algo tan ajeno, tan extraño, tan lejano. Las conversaciones con mis compañeras son lindas, honestas, pero de temas que me son completamente extraños, de un mundo que de lejos suena hermoso, pero al que no me quiero acercar más que para escribir sobre eso. 

Yo sigo escribiendo canciones como cuando nos encerrábamos juntas con una grabadora, un cassette y un cuarderno, las mismas dudas, el mismo entusiasmo. Me siento igual que cuando nos escapamos del colegio en un día de unas fiestas "obligatorias"... cuando guardábamos secretos. ¿Aún guardarás secretos? Me encantaría saber; me encantaría conversar contigo de esos temas de los que no se habla en el comedor, o delante de nadie...  

Sigo en la misma búsqueda, exactamente la misma búsqueda. Soy lenta, muy lenta en mis procesos. No está bien, ni mal, solo es así. Tan lenta que quizá nunca me llegue el momento de "madurar", de enfocarme en otro, de construir un amor diferente.


viernes, 15 de diciembre de 2017

Letras

Creo que olvidé cómo se escribe. Necesito un manual de instrucciones. Que me digan en qué fijarme, que me pasen las ideas. Escucho pájaros nuevos. Cantan más fuerte y más grave, seguro son un poco más grandes, ¿será que hay días en los que se despiertan sin saber cantar? A veces me despierto sin saber lo que el día anterior conocía bien. 

Hoy por ejemplo me desperté sin saber escribir. Y si no sé escribir, probablemente tampoco sepa quién soy,  dónde estoy, qué quiero... Si no sé escribir, probablemente esté perdida entre pensamientos mudos, o me he quedado sorda y ya no escucho los deseos de mi alma. 

Puede ser también que estoy dormida, pero como me gusta el drama, imagino que no saber escribir es una gran tragedia. Estar perdida y no saber si me encontraré; la verdad es que sí asusta. Estoy sentada en la mitad de muchas letras, son tan grandes que no logro saber qué dicen. Tal vez lo que necesite sea un poco de perspectiva. Subirme a un avión y ver las letras desde allí. 

jueves, 14 de diciembre de 2017

Espectros

No recuerdo el filósofo que hablaba sobre un impulso natural a abandonarse. Un impulso que debe activarse cuando somos ya viejos, cuando hemos vivido todo lo que teníamos que vivir. Quisiera recordar el libro en el que lo leí, fue hace años y no recuerdo las palabras, pero sé que hablaba sobre la necesidad de luchar contra ese instinto, porque se manifiesta a veces, y es el que explica el desaliento de muchos días en los que pareciera que todo cuesta tanto. 

Al escribir Espectros estaba pensando en eso, ¿y qué tal si la respuesta está en el placer?... En el arte todo se vale. Puedo abandonarme en una canción. Puedo hacer lo que quiera en una canción. Es mi canción, para eso la escribo. 

Puedo decir que mientras me tocas, me muero. Puedo decirlo al revés, "no me vengo, me voy..."

jueves, 7 de diciembre de 2017

Abrumarse

Caer. Lenta e inevitablemente. Sentir el abismo. No conozco la sensación de un abismo infinito. El abismo siempre deja de ser un abismo y se convierte en un lugar que habito, en casa. 

Me gusta caer tanto como me gusta saltar y elevarme... Lo que me gusta es el salto. Con el tiempo me he vuelto adicta al salto. 

Estoy sentada con los ojos cansados, los brazos fríos, la boca seca, la garganta húmeda, el estómago expandiéndose, contrayéndose, el aire me regula por algunos instantes. Hay  un encanto extraño en cansarse, abrumarse, llevarse al límite.

Me cansan las miradas. Están cansadas como yo. Hastían y buscan hastiarse, están secas y buscan mojarse, están perdidas, como la mía. Me cansan las expectativas, los juicios. Nadie te está juzgando de verdad, y es peor aún, juicios superficiales, conclusiones precipitadas basadas en lo que se ve, lo que no importa, lo circunstancial... Me cansan porque a veces me desenfoco. Hago caso a lo que se siente bien. No hago caso a lo que se siente mal. Pierdo tiempo en la superficie, en lo que no es importante. Y no hay nada peor que perder tiempo. 

Las construcciones son lo que importan, lo sé pero a veces somos tontos cuando estamos cansados. 

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Inundaciones

Ellas crecen, cuando las miras sienten lo mismo que tú. Te llaman, no saben bien porqué. De pronto es que les gusta descubrirte como nadie lo ha hecho, ¡mirándome! 

A veces solo llaman a tu mano izquierda, la invitan a caminar. A veces llaman a tu boca. Es cuando ocurren las inundaciones, cuando te escribo.

martes, 5 de diciembre de 2017

Morir

Estaba muerta... Por alguna razón, aunque me sentí triste, lo que más me afectó fue ver las hojas en su boca. Masticaba con calma al momento de morir. 

Ponerme en su lugar fue sentirme un poco mejor. Creo que para esa hermosa iguana daba igual cada momento. Nacer, respirar, caminar, trepar un árbol, dormir, ser una pintura que se mueve o que se queda quieta para quienes tenemos la suerte de mirarla. Ponerme en su lugar fue entender que cuando pasaba la calle no sabía que moriría; masticaba tranquilamente las hojas verdes. Yo caminaba cansada, irritada, con ganas de llegar a casa y maldiciendo las vueltas pendiente, Yo ausente... Ella en cambio vivía y moría. 

lunes, 4 de diciembre de 2017

Bailar

La vida es una espiral; tiene tantos colores. Me sorprende en el mismo lugar, aunque no lo sea, nunca estoy en el mismo lugar, nunca amanece con el mismo naranja.

Giro por el  universo, giro por las emociones, giro por las palabras, giro por tus ojos...

Relieves melódicos suben por mi cuerpo. Ese que enloquece cuando te imagina. Ese que pareces conocer aunque se vean poco. 

Bailar por tus fantasías, sumergirme en tu boca. Nadar. Llegar al mar. Ahogarme. 

viernes, 1 de diciembre de 2017

Remolinos

Contenerse, soltarse, detenerse, bailar... Se empaña la pantalla del computador como se nublan las ideas... 

Conozco esa melodía, la he tocado... Siento el peso de las teclas y sin embargo no soy yo... Alguien más toca el primer movimiento de la sonata Moonlight... Esa música es él sumergido en mí, soy yo sumergida en él. Un relieve dulce y profundo. Un relieve húmedo que se pasea sin miedo por mi cuerpo; lo invade, lo sacude, agita mis pulmones, me convierte en remolino, se hace remolino en mi garganta. ¿Cómo pueden escuchar a Beethoven sin que cada célula se excite?


miércoles, 29 de noviembre de 2017

Habitar

Quiero quedarme a vivir en cada nota, aprender a expandir el tiempo y aprender a habitarlas, así como tú me habitas. A veces las abandono a su suerte, a veces no estoy en ellas.  No sé porqué y aún no sé cómo cuidarlas.

Sé que quiero que cada una construya su historia. Un principio suave y no por ello menos contundente, o explosivo, y no por ello agresivo; solo fuerte como tú. Quiero esa fuerza misteriosa que tiene tu suavidad... 

Dejarlas ser y dejarlas ir, como quien da un abrazo y allí se muere. 

Enséñame a jugar con el tiempo como cuando te sumerges en mí.


Bajo tierra

Nada me importa. Hay momentos en los que no me interesa ser dulce, ni dar nada de mí, ni demostrarle nada a nadie... ¿Por qué esa carga de las demostraciones constantes? Crezco bajo la tierra. Apenas soy una semilla. Mostrar la semilla es no permitirla crecer. ¿Por qué la presión de mostrarse? ¿Por qué la necesidad de venderse todo el tiempo? La que está ante el mundo no soy.  Estoy creciendo allá abajo, no quiero salir todavía. 

Lazos

Abro los ojos. Mi cuerpo está estático. Giro, giro, giro lentamente hacia la derecha. Como una bailarina mecánica. Veo los lazos. Ahí están y está bien. Se desatan solos, lentamente. Me abandono a la inercia, me abandono al ritmo

viernes, 24 de noviembre de 2017

Laberintos

Necesito una ventana abierta para saltar. Salir de uno mismo es de las cosas más difíciles. Llueve. Generalmente escribo cuando llueve. A veces no me gustan las palabras. Son radicales. Sí. No. Me gusta. No me gusta. Es negro. Es gris. Es verde. No es suficiente con decir que te deseo. Hay cosas que las palabras no entienden. Hay dimensiones que se escapan de su alcance. 

Camino por un laberinto, ellas son los muros. Necesito una ventana para saltar. Por eso escribo, para ver los muros, para poder tumbarlos a golpes... y correr hasta que me duelan las piernas, hasta que los latidos del corazón hablen más fuerte, hasta asegurarme de que aún vivo, hasta encontrar una melodía que te diga lo que mis palabras no pueden. 

domingo, 19 de noviembre de 2017

Relaciones

La verdad es que a las palabras no les alcanza... Escribir música parece una conexión menos idealista, más real, más amplia y compleja como yo, como todos. 

Estoy ante las palabras como cuando sales con alguien que solía gustarte mucho, y de repente, conoces a alguien más... Alguien a quien solías conocer, pero que ahora ves desde otro lugar emocional,  ves sutilezas que antes eran invisibles y que te hacen querer pasar más tiempo a solas con él.

Estoy ante las palabras como cuando sabes que esa relación es linda y duradera, pero lo que sientes cuando hablas con ese alguien más...

Lo quieres dejar todo por eso.

Lo cierto es que la música me seduce hoy mucho más que las palabras... y a veces hasta necesito descansar de ellas... 

Siempre vuelvo...

Y ellas siempre me esperan.

Escribo.


jueves, 2 de noviembre de 2017

Al carajo.

Ayer no quería cantar... es decir, quería solo cantar... No quería pensar en todo lo que hay al rededor del impulso visceral de cantar: peinarme, maquillarme, calentar, agradar al público, sonreír, tener un guión... 

Y no lo hice... Solo canté. 

Canté con rabia, canté con tristeza, canté con pasión, canté con desenfreno y absoluto desinterés en la técnica, en la afinación, en recordar las letras de las canciones...  No me peiné, no me maquillé, no calenté la voz, no seguí el guión. 

Salí y le conté a la gente mi historia con mis canciones, me dejé llevar y toqué el piano como quise, alargué las frases, desaceleré el tempo, lo aceleré, grité con la mirada. Muy pocas veces me lo he permitido de esa manera, pero ¿no es eso ser artista?

Creo que así tiene que ser: el momento de cantar es un momento de rebeldía... Es una paradoja porque para que eso sea mágico para mí, necesito saber las reglas, conquistarlas, sentir que me he ganado el derecho de decirles, ¡al carajo! 

viernes, 20 de octubre de 2017

Verdades

Las verdades son hermosas. Incluso las que  son una mierda, las que no quieres mirar a los ojos, las que te apuñalan el ego y te dejan el corazón frente a un espejo sin filtros, las que te señalan que el camino es mucho más largo. Especialmente esas. Las que te sacuden y te cuentan que estabas dormida. Despertar puede ser traumático, pero no todos los días sucede... y es hermoso. 

jueves, 19 de octubre de 2017

Soledad

Sanadora silenciosa, sabia, cálida, compañía que me pertenece, la que no miente, la que no pretende, la que no tiene nada que mostrar, la que siempre me abre su corazón, la que desea el silencio más que yo.

Gracias por soportar el ruido de mis pensamientos, por tratarme con el amor que escojo; un amor que no juzga, que no empalaga, que no molesta, que no distrae. Un amor que sabe callar.

Lobo solitario

Tienen que escuchar esta canción que acabo de terminar...

Siento un sincero y emotivo orgullo por mí. Disculpas por el auto-elogio... Es mi blog, puedo decir barrabasadas. He advertido que es un espacio en el que me derramo sin censura. 

Es solo que necesitaba escribir esta canción, y me ha costado que no fuera una especie de vómito emocional. Ha tomado mucho trabajo elegir las imágenes, las palabras, las melodías... 

Aunque saben qué... no me hagan mucho caso. Tal vez todavía no esté lista... ¿Cuándo está lista una canción? ... Me tomó cinco minutos (mientras escribo esto) notar que de pronto he limpiado la sangre... no quiero limpiar la sangre. Esta canción sangra... y se supone que lo haga. Está herida. 

miércoles, 18 de octubre de 2017

Mantenimiento

Ayer me derramé en el papel. No estoy preparada para compartir esa historia... Tal vez nunca lo haga. No tengo que hacerlo. Tal vez algún día sienta que lo necesito compartir... ¡Quién sabe!

Hoy estoy casi que obligando a mis dedos a que escriban... No quieren. Luna vino a hacerme compañía. Se despierta conmigo, se va a dormir con mi hermana cuando está muy temprano. Se acuesta cerca y me enseña a estar presente. 

Hay ruidos de helicópteros, ruidos en la cocina, ruidos más sutiles como los del computador. Los pájaros, esos seres que cantan más cuando hace calor... lo leí alguna vez, y lo he notado. Hoy vi un amanecer naranja. 

¿Por qué escribo? No es que lo disfrute siempre. Como respirar... ¿Por qué a veces respirar es un placer... y  a veces una necesidad? o comer... o dormir... 

He tomado solo un pequeño café. Quiero café. 

Hay conexiones que parecen innecesarias. No sé si lo son o no. La mayoría del tiempo las elijo, entonces supongo que son importantes para mí. Escribir es uno de esos puentes, a veces solo se trata de mantenerlo estable, no de cruzar, no de que haya una revelación, no de replantear mi camino. No todos los días tengo que descubrirme desde una nueva óptica... A veces solo escribo palabras de mantenimiento.  Y está bien.

Ahora mis dedos quieren seguir escribiendo... y yo les digo... ¡más tarde! 

Ellos no lo saben, pero los he engañado. Estoy activando su deseo sin que se den cuenta. 


martes, 17 de octubre de 2017

Despertar

No me he terminado de despertar todavía. Mi cuerpo busca refugio, trata de colapsar y derretirse aquí mismo para que una fuerza externa me devuelva a la cama. Mi pie derecho un poco más incómodo que el izquierdo, mis ojos que todavía no llevan información al cerebro, mis oídos no hablan, mi boca tampoco. Mis manos cumplen órdenes (no es que sepan lo que hacen... pero escriben porque yo les dije)... 

Yo, criatura cruel que levanto de la cama a un cuerpo que estaba cómodo. ¿Saben lo difícil que es estar absolutamente cómodo? A veces hace calor, a veces frío, a veces ruido externo, a veces los pensamientos son los que hacen ruido. Pero en muy raras ocasiones, uno está cómodo... La temperatura es perfecta, la posición de la mano derecha en la almohada parece cuidadosamente pensada, pero no, alcanzó la perfección naturalmente... Y el resto del cuerpo no existe, está en otra dimensión donde hay un tipo de comodidad que es inalcanzable para esta dimensión... Y yo, criatura cruel, ¡me despierto!

lunes, 16 de octubre de 2017

Sensación

Amiga euforia, ¡me encantas! ¡bienvenida siempre!... 

Dicho esto, también tengo que decir que te conozco. Hoy me invades, me estallas, me llenas los ojos de sonrisas; me llenas la boca de melodías un poco más agudas, sobre todo con intervalos de sexta; me llenas la boca con palabras que tienen muchas A, E, O; le das cuerda al corazón como si no hubiera un mañana; me agitas la respiración cuando me abrazas; te haces llamar felicidad (lo hago con gusto), quiero satisfacerte porque tú lo haces muy bien... 

Te conozco, sé que eres volátil, infantil, inmadura y egoísta, lo sé porque en parte lo soy. 

Todas las canciones las escribo para llamarte. Es hermoso cuando respondes. Eres una sensación hermosa. 

domingo, 15 de octubre de 2017

Rutinas extrañas

Los pájaros cantan distinto hoy. Cantos apasionados de domingo en la madrugada. Tres árboles frente al balcón, tres melodías. Las melodías de hoy son más cortas; una o dos notas se repiten en distintos registros, velocidades, timbres y volúmenes. No les importa el día; cantan como si fuera lunes o como si fuera viernes. Parece que hay visitantes en la palmera. No había escuchado algunas de las voces; son más graves y tienen más volumen; deben ser pájaros más grandes.

Cinco semanas más para terminar mi álbum... Para mí tampoco hay diferencia entre el domingo, el lunes y el viernes... No tengo un calendario de labores que terminen un viernes. Y debo confesar que soy desordenada; necesito un poco de caos para escribir canciones. Lo único que dejo constante es la presencia ante el piano, ante el pc, ante mi cuerpo, ante el papel... Como quien se aferra a un salvavidas, todos los días. 

De resto es el instinto el que me guía a dejar de trabajar a las 9 am, o a empezar a las 6pm cuando todos están terminando de trabajar, o a despertarme temprano un domingo, o a perseguir una aventura que mis canciones parecen necesitar. 

Han nacido canciones de la manera más extraña. Ideas diferentes que resultan no ser tan diferentes y van encontrando su lugar al lado de otras. No sé cómo hacen para encontrarse, yo no las presento. Se las arreglan para conocerse; hablan y deciden vivir juntas en una canción... ¿Quién soy yo para decirles que no?

Bien por ellas que conviven pacíficamente, o no. A veces se tienen que separar, pelean mucho. A veces desaparecen, no las vuelvo a ver. Me gusta pensar que son felices en el mundo de la ideas, es un mundo muy divertido.     

sábado, 14 de octubre de 2017

Trabajo de construcción

Hacer sonidos. Satisfacer un hambre voraz de sorpresas, de cambio, de saltos con o sin caídas, con o sin cicatrices. No me aburras, un amor de plástico no me interesa. Hay juguetes más útiles e interesantes que una canción de plástico. No quiero crear otra copia. Ahí no hay comunicación, solo repetición. 

Prefiero dejarme llevar y perderme de la forma. Sí, claro que quiero encontrar la forma, pero una forma que sea útil para comunicarme de manera efectiva contigo, quien quiera que seas. Trato con todas mis fuerzas de construir un puente entre mi alma y la tuya... ¡Qué demandante es este trabajo de construcción! 




viernes, 13 de octubre de 2017

Aleteo y tormentas

Un mar de palabras para nadar desnuda...  Espacio azul finito con cara de infinito. Espacio profundo, inexplorado, salado, lleno de estrellas. Ellas quieren estar en el lugar donde el ruido parece silencio y el agua no es para beber. Quieren ser palabras que no se leen. Son para nadar, o para mirar y suspirar, o simplemente palabras que existen juntas y vibran en frecuencias ordenadas. 

Las canciones me van perteneciendo. Lentamente. Algunas nacen y no lloran... Entonces hay que abandonarlas... No tienen vida. Pero algunas nacen y lloran, ríen, me miran... y lo sé, están vivas, son un pedazo de historia, un pedazo de mi, aunque tengan otras máscaras. Gotas de mar que quieren ir al océano, y ¿quién soy yo para interponerme ante su misión? Estarán en el mar, ¡lo prometo! Aleteo y Tormentas está creciendo dentro de mí. 


martes, 10 de octubre de 2017

Soñé...

Tuve un sueño extraño, o normal, para los sueños lo extraño es normal, ¡o algo así!

Había una flor carnívora en la mitad de un patio. Yo estaba a punto de abandonar ese lugar, pero es como si hubiera estado ahí mucho tiempo, me era familiar. La flor era roja, como en degradé, mucho más intenso el color entre más adentro o al centro; era grande, con los pétalos redondos. Tenía la sensación de no gustarme esa flor... Tenía miedo de que matara a mis amigos... a mis nuevas mascotas; por eso quería abandonar ese lugar. Antes de despertar, no los encontraba... la angustia me abrió los ojos. 

lunes, 9 de octubre de 2017

Incertidumbre

Gris. Alrededor todo está gris. Hay niebla. Floto. No hay nada en el horizonte. Nada arriba. Nada abajo. Nada al frente. Atrás hay historias, pero escribirlas es abandonarlas... ¡las escribo! No me queda nada. Está bien. Me gusta andar ligera. 

Todo es lo que debe ser, mientras haya movimiento; lento, constante. Si no hay nada a la salida de la niebla, no importa. Si no hay salida de la niebla, no importa. Me gusta flotar. Me gusta la nada. Escojo el gris. A veces los colores cansan. A veces las certezas empalagan. Prefiero esto: el clima frío de la incertidumbre. 

domingo, 8 de octubre de 2017

Motivos

Puedo cantar las melodías de los pájaros de Medellín. No puedo cantarlas en mi blog porque es difícil para mis dedos en el teclado; aunque cantan, no le llegan amplificados a las palabras; además las melodías que el teclado permite son de intervalos muy pequeños... Pero si nos encontramos en la calle y me dices: "canta las melodías más exitosas de los pájaros de aquí", ¡te las canto! 

Tienen un motivo que es un "hit". Todos los pájaros lo quieren cantar. Nada más ayer lo escuché en una voz de un pájaro que debe de ser mucho más grande; el mismo motivo en un registro grave, como de cuervo... Hoy también escuché un contrapunto bastante bonito, pero cuando fui por mi grabadora de voz, dejaron de cantar... ¡Así son de divas!

El motivo del que hablo tiene tres notas. Después de la primera nota, hay un salto como de quinta, o de cuarta, hacia abajo (la cambian para confundirme); después hay una tercera hacia arriba. A veces solo cantan las últimas dos notas, a veces solo cantan las primeras dos notas... Repiten el motivo, lo invierten, lo cantan más agudo, más grave, más lento, más rápido. Muchas veces parece otro motivo, pero es el mismo. Tienen otros, pero este que describo es el que todos quieren cantar.


sábado, 7 de octubre de 2017

Constancia

Ni una sola palabra más... Se acabaron, no tengo, ¡me apagué...!

No sé quién está escribiendo, ni qué, ni porqué, ni para qué, ni para quién. 

No creo que escribir esto cambie algo, no creo que sea importante, no creo que me haga mejor; pero igual escribo. Es un salvavidas; pero no sé de qué me está salvando... O más bien, es una especie de adicción a la incertidumbre. No sé qué voy a escribir, hasta que lo escribo; no sé qué estoy pensando, hasta que mis dedos me lo informan. Es un canal de comunicación entre mi cuerpo y yo. 

Hay una conexión muy fuerte entre mi cuerpo y mis emociones últimamente. No siempre fue así, o no lo recuerdo... Pero sí recuerdo la búsqueda. Las clases de danza contemporánea fueron un permiso para explorar el movimiento de la forma como exploro el lenguaje: sin forma, sin pedirle permiso a nadie, ¡como un derecho que reclamo con mi constancia!

Escribo porque puedo y porque quiero... Así mismo aprendí a moverme, a correr, a entrenar cosas distintas, a atreverme de forma descarada a aprender cosas nuevas cuyo campo parece cerrado... 

La constancia abre las puertas, de eso estoy convencida. Acabo de descubrir porque escribo. ¡Escribo para entrenarme en el hábito de abrir puertas!

viernes, 6 de octubre de 2017

Cómoda

Ser más joven no era mejor... A pesar de sentirme como una mujer fuerte, siempre siguiendo mis sueños, buscando mis ideales más personales y honestos; aún así, estaba constantemente necesitando aprobación, comparándome con lo que se supone que es una mujer bonita.

Crecí en Antioquia... Aquí a las mujeres nos cuesta más reconocernos como iguales; nos cuesta desear... y es obvio, nos han enseñado a ser la que despierta el deseo, no la que lo siente, y tampoco la que sobresale en algo diferente; y cuando lo hace, ella es: "tan bonita y tan talentosa..." pero bonita va primero. 

Recuerdo no ser capaz de despertar tranquila al lado suyo, sin primero  asegurarme de que me veía cuidadosamente despeinada, pero linda; lo que sea que eso signifique. Me recuerdo siempre preguntándome cómo era "tocarme" desde su perspectiva... ¿Estaba mi estómago lo suficientemente plano para él?... Sentía pánico por tener algún defecto notable. Como si mi cuerpo tuviera el único deber de complacerlo. Y creo que esto que escribo suena a cliché, y es precisamente porque somos muchas las que lo hemos sentido... 

Agradezco a las mujeres que leí y escuché. Las que hablaban con una desfachatez que me sonrojaba. Sentía como si me enseñaran a "ser mujer sin pedirle permiso a los hombres o a la sociedad".  Me invitaron a otros descubrimientos que deben hacerse desde la soledad, a cuestionar ideas con las que uno crece y que se instalan en tu psiquis de manera silenciosa. 

Todas hemos estado en el ranking que hacen los perdedores, y a todas nos ha importado. "Hey, ella es un 7, ella es un 8"... Afortunadamente, ya no me importa, "dejen de perder el tiempo, ¡idiotas!"

El tiempo y la vida,  me llevaron de manera natural a otro lugar emocional más personal... Mi yo adulta es más feliz. Me gusta la sensación genuina de estar cómoda en mi piel, de poder al fin liberar espacio en mi mente para otras búsquedas. 

Detenerse

Llévame por otros caminos, tómame de la mano aunque no quieras, aunque no puedas, aunque no existas. Mírame a los ojos y hazme parar, róbame el afán y a cambio déjame una canción. Quisiera derretirme en palabras, ser una expansión de átomos, ser etérea como tú... pero solo por unos minutos, después, devuélveme al piano.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Trabajo

Es un trabajo... Como cualquier otro. Hay que levantarse temprano, hay que escribir cuando no quiero escribir, seguir estudiando cuando no tengo muchas ganas... y no importa, hay que ir a la oficina y cumplir con los objetivos del día... como en cualquier trabajo. 

No me gusta la idea romántica que a veces venden de la inspiración, porque te vuelve una marioneta de las hormonas, porque te hace sobre-valorar canciones que se siente muy bien escribir, pero que viéndolo bien, quizás no sean tan buenas... y porque además, hacerle caso a la inspiración la hace cada vez más superficial y esquiva, ella empieza a patinar en las mismas ideas, mismos patrones rítmicos, mismos temas, mismas progresiones. 

La mente racional sigue siendo valiosa para el arte, y de alguna manera, se conecta con las demás... ¡Yo lo sé! Es solo que toma mucho más tiempo y desprendimiento; y el ego está ahí, apegándose a algunas ideas, maquillándolas con su vanidad... 


martes, 3 de octubre de 2017

Deseos

¿Qué es eso que deseo más que nada en el mundo? Hay muchos deseos fugaces... de los que se prenden y se apagan con rapidez, de los que a veces se llevan más de lo que me dejan, de los que cuando se apagan, se vuelven fríos. 

Hay unos deseos profundos, siempre cálidos, lentos, pacientes, oriundos de una dimensión en la que el silencio es posible; me llevan a esa dimensión por pequeños instantes, nacen con un fuego que es suficiente para que mi cuerpo esté tibio, y con la falta de gravedad suficiente para que mi corazón flote. 

Deseos caprichosos, deseos que exigen una locura suficiente como para ser yo misma, y una cordura suficiente como para oponer un poco de resistencia, para dejarlos descansar de mí algunos momentos. 

Cumplir con el deber antes de dejarse llevar, pero dejarse llevar... 



lunes, 2 de octubre de 2017

Miel, no veneno

Soñé contigo. Nos encontramos en una dimensión en la que aún compartimos ideas. Conservas el toque de humor negro, el ingenio y la dulzura... están intactas en tus palabras y en tu voz. 

 "Encuentra la miel... No sé, en tu pianista desnudo, en un pico a la corista, en una frase que te revele... Pero no te empalagues, solo un poco..."... y me lo dejaste como un reto, de esos que me son irresistibles, imposibles de ignorar, con los que sueño de noche, los que me torturan y no dejan de hablar en mi cabeza, todo el tiempo...  

Hace más de tres años que no te veo. La última vez nos encontramos en unas escalas de una convención. En esa ocasión también llevábamos tal vez los mismos tres años sin vernos... ¿Será casualidad? Un amigo tuyo interrumpió nuestra conversación, algo te dijo, algo malo sobre alguien más... y siguió... Recuerdo que te volteaste, continuamos hablando y  me dijiste "no nos envenenemos..."   

 Hablarte es una suerte. Sé que también soñaste conmigo, aunque probablemente no lo recuerdes cuando despiertes. La que te muestra canciones y te pregunta tu opinión... 

Miel, no veneno... Gracias. Te quiero. 

domingo, 1 de octubre de 2017

¿Magia o construcción?

Tal vez a otros les funcione eso de la magia cuando uno crea. Y sí, puede existir, cada año o dos. Un momento en el que el universo se haga presente en un sueño, en el que uno sienta esa revelación divina, en el que se sienta como elegido para llevar un mensaje mágico... Tal vez pase alguna vez en la vida... pero eso de a veces sí, y la mayoría de las veces no, no va mucho conmigo, no me sirve. 

Hoy he decidido ser un obrero. Una constructora de canciones que se levanta todas las mañanas y escribe, casi siempre, malas canciones. Lo que pasa es que es muy difícil reconciliarse con la vergüenza de escribir tantas malas canciones... algunas son terribles, en serio. Pero se siente muy bien escuchar que es el camino de todo el que escribe alguna buena canción: escribir algunas malas y votarlas a la basura. No es un concepto nuevo en absoluto. 

Tengo muy poco tiempo para terminar de componer canciones, la presión que siento porque sean buenas hace que sea más difícil aún esa idea... Pero un día a la vez, confiar en que de todo lo que escriba, habrá algo que valga la pena compartir, o por lo menos, estará allí la constancia, la disciplina, esa que tanto admiro cuando la veo en otras personas, la lucha por hacerlo bien.

sábado, 30 de septiembre de 2017

Cavar

Yo solo quiero vencer el calendario. Deadline y nada que me inspire. Me siento a esperar que alguien baje del cielo, con una buena canción, que me la dicte. Que me diga: "mira, empecemos por la Dominante, con una melodía en la novena, para que suena más interesante, que no resuelva... hablemos de un tema que te toque el alma, como por ejemplo, los amaneceres... empecemos por una pequeña historia, en la que te despiertas muy temprano, con la vida corriendo por las piernas, con los ojos brillando de poesía..."

Pero no, nada, nadie viene, ni Dios, ni el ángel de la guardia... Y como eso de esperar me desespera; toca cavar por cada palabra, pala en mano, gota de sudor en la frente... y muchas de ellas no funcionan, no riman, no cuentan nada, no entretienen...Pero toca, toca cavar por cada melodía, pala en mano, gota de sudor en la frente... y muchas de ellas tampoco entienden porque las despierto de la muerte, quieren volver a vivir al cementerio, no pertenecen al mundo de los vivos. Pero no, es demasiado tarde... Deben nacer. Tengo un Deadline que lo exige. Bienvenidas al planeta tierra. 

lunes, 25 de septiembre de 2017

Aburrirse...

Peinarse está sobre-valorado como muchas otras cosas... Me gusta peinarme, cada quince o veinte días... Me gusta sentir el pelo sedoso y su baile, cuando camino por la calle, o como los perros que sacan la cabeza por la ventana del carro... Pero la mayoría del tiempo, me gusta ignorarlo. Sobre todo últimamente. ¿Serán síntomas de "adultez"...? ... Me he dado cuenta de que no es tan grave salir con el pelo lavado, y usar ese tiempo extra en... mirar al techo por ejemplo... o escribir estupideces como esta... Creo que aburrirse está subestimado. Uno necesita tiempo para aburrirse; así esté increíblemente ocupado; especialmente en ese caso. Por eso saco el tiempo de todos los hábitos que voy encontrando inútiles, como peinarse o escoger la ropa. No es mala idea comprar mucha ropa igual... Pensando seriamente en eso. 

domingo, 24 de septiembre de 2017

Mérito moderno

Creo que va siendo hora de dejar de pensar en nuestra imagen como si fuera lo más importante. Y me refiero a ambas posturas: la de "debemos ser perfectas", la de "lo imperfecto es lo bonito", y todas las que están en el medio. Que piensen en eso todo el tiempo las modelos que viven de su imagen. Pero una mujer que se dedica a la música, debería pasar más tiempo pensando en música. 

No nos dejemos engañar. Sí, hay que buscar que nuestro cuerpo funcione bien, que esté cómodo en la ropa que nos ponemos, que se recargue apropiadamente con la comida; pero después, ¡usarlo para lo que nos haga felices! Pero es como si nos pasáramos la vida lavando el carro, cambiándole el color, o convenciéndonos de que el color que tiene está bien, y a la defensiva con todo el que diga que no... ¡Súbase al carro y disfrute del viento! 

A veces uno se siente bonito, a veces no... no hay que gastarse toda la energía creativa en reconciliarse con eso. Piense en otra cosa más importante. 

¿Nuestro mérito moderno es ser una mujer segura de su cuerpo?... ¿y ya? Para mí es igual de tonto.  Mujer, enfoca tus esfuerzos en tus creaciones. No juzgo, lo escribo para mí. 

jueves, 21 de septiembre de 2017

No superviso

Micro-sensaciones. Una pestaña dormilona, tobillos que cuelgan cuando me siento, mis brazos colgados tratando de hacer caso a la voz que dice: escribe. "¿Y qué pasa si no quiero?... Somos como tú,  a veces no... no queremos, escribimos pero no nos pidas que nos importe".
Qué te crees, escribes sin saber, aquí va un bla bla bla, aquí va otro, aquí va una tontería con máscara de importante, aquí va algo importante mal escrito, aquí va algo patético, aquí va algo de ego, aquí va algo de orgullo, aquí van más quejas. 

¿Qué sentido tiene esto? ... No puedo evitar parar pero sigo, sigo porque me obligas, pero paro porque tengo que hacerlo, ¿qué pasa si me quedo sin palabras? Lámpara, pájara, guitarra, muerte, luz, sexo, querer, amarillo, partir, parir, herida, anhelo. Tomo un diccionario y todas las palabras significan que te extraño, quiero saber que me extrañas, tal vez no, no importa la mayoría del tiempo, pero hoy sí, ayer también... ¿quién habla cuando yo no superviso?

 Un escrito que es un llamado, un escrito que es un grito, un escrito que agoniza, un escrito que no sabe. 

Me gustan los pájaros con sus sonidos y sus colores. Sus cantos son la belleza... Su aleteo cuando pasan apenas sobre mi cabeza son un regalo. La meta de cada segundo es la misma; estar preparada para saborear las sensaciones, estar presente para ser parte de la pintura, no hay más, no habrá más... Cantan. En cada exhalación un suspiro. 

miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Dónde están?

¿Dónde están? 
La primera vez que las vi agradecí el privilegio, guardé sus colores y la sensación de asombro en mi recuerdo, luego los necesitaría cuando mis canciones estuvieran con un aburrido cielo gris. 

La segunda vez llegó sin avisar, doce guacamayas sobre un mismo árbol, ¡doce! yo estaba sentada en sus raíces, ellas en las hojas. Nunca tanto ruido fue música dulce. Fui parte de una pintura, fui una intrusa feliz de serlo, y como la primera vez, pasó casi una hora de tratar de no pestañear para no perder un segundo de un espectáculo de lujo que me ofrecía la naturaleza, así, sin avisar, sin cobrar la entrada, sin motivo, sin pretensión, sin cámara porque ir por el celular era perder 5 minutos del show. 

La tercera vez pasaron volando muy cerca, esta vez no las conté, esta vez estaba de afán, se posarían sobre el árbol, las observaría de lejos para descubrir que seguían allí, en silencio, amando, de dos en dos. 

No sé cuántas veces las vi. Dejé de contar eventualmente. Ellas me llamaban. ¡No se atrevan a decirme que no! ¡Ellas me llamaban para que las mirara volar! Como la primera nota de un concierto llama a la audiencia a ser parte de una historia...

¿Dónde están las Guacamayas?


lunes, 18 de septiembre de 2017

Puente

Deseo estar en otra emoción. No en otro lugar, no haciendo algo diferente, ¡en otra emoción! Me llevo conmigo a donde quiera que vaya, no importa que esté aquí o que esté bajo un árbol en medio de la selva. 

La emoción que habito es plana. No es amarga, no es dulce, no está mal, no lastima, es necesaria, la acepto... Es solo que no es para estar allí mucho tiempo. Hay emociones para quedarse a respirar, o a mirar el paisaje tomando café... y las hay de transición, como esta. Silenciosa, con bruma, con un viento que trae hojas, polvo y olor a invierno. Cruzo un puente. No sé hacia dónde voy.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Lo absurdo

Todo lo que se me ocurra, ¡qué carajos es esto! ¿Quién te crees que eres para delatarme de esta manera tan absurda? Escribir de forma irresponsable, ¿qué derecho tienes a la repetición?, al fin y al cabo, ¿no es lo mismo?... La época en la que todos opinamos así, con ligereza, sin argumentos, sin vocabulario, sin profundidad. ¡Y todo vale! 

Pero a veces todo lo que hay por dentro es basura, o ni siquiera, a veces son sombras de la basura ajena. Lo que crece desde la raíz es nutritivo y lleno de vida, pero necesita espacio, y a veces no hay, hay un exceso de excitaciones inútiles, irreales, de las que encadenan a los placeres superficiales, al anhelo de otro momento, entran en mi mente y se roban la profundidad de mi presente. 

¿No te pasa que te saturas de nada?, te llenas y no dejas espacio para lo importante. Y la cabeza cree que piensa, el cuerpo está desconectado, está en un encendido automático. Estar sin escuchar es no estar. La mente es ese sapo que muere calcinado sin darse cuenta. Qué difícil es mantener limpio el mundo interno, tantas obviedades complejas.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Inventario de emociones.

Como no sé qué escribir, prometí que esta será una versión automática. Aquí va sin edición y seguramente con errores de redacción. Todo lo que salga. 

El café huele a café. Este no es el mejor, no es de Concordia, probablemente esté mezclado con algo que no es café, está oscuro, pero no es intenso, solo fuerte. Me reconforta pero no me excita, no es un estallido en mi boca. 

Quiero ser capaz de percibir muchas cosas que no percibo. Quiero ser capaz de expresar en mis canciones muchas cosas que siento y que no sé dibujar con el aire para que pase por mi cuerpo y sea una melodía, como las sutilezas de este momento. 

Hay micro-sensaciones, tonalidades de color, 13% de azul, 37% de blanco, 5 % de rojo, 15% de un amarillo pálido, 30% de un azul que a su vez tiene 10  variaciones... 13% de nostalgia, 37% de quietud, 5% de erotismo, 15% de una alegría silenciosa, 30% de un montón de miedos me halan hacia un lado y hacia el otro mientras camino por la cuerda floja. Abajo un abismo que va al mar. Como cuando salté. Es liberador. No hay porqué tener miedo. A la mierda la cuerda floja, ¡quiero lanzarme al mar!

Mi versión automática terminó haciendo un inventario de las emociones de este momento. 

jueves, 14 de septiembre de 2017

Azar

Amarillos, marrones, punzantes, dulces, profundos, hirientes, sanadores, molestos, sonidos al ritmo del azar. He aprendido a disfrutarlos, la vida hace música siempre, música nueva a cada segundo.

En el azar, el infinito cabe en un instante. La vida se agranda. La belleza se diluye como la ilusión que es, para volver a engañarme con su teatro.

martes, 12 de septiembre de 2017

Caos hermoso

Perturbaciones en el aire. La naturaleza parece saber exactamente cómo romper el equilibrio para crear belleza y un falso sentido de balance y quietud en la mente. Todo sonido es aire que está siendo agitado. Todo se mueve, ¡todo! ¡Siempre!

Cantar es decirle al oxígeno cómo moverse por mi cuerpo para que desordene un poco el aire. Hay en las canciones, el anhelo de un caos hermoso. 

Autómata

Tuve un sueño perturbador. Fue solo un sueño. Me desperté como quien corre a toda velocidad por un desierto y busca  las puertas de sus ojos. Acabo de notar que no tengo listas, no tengo metas específicas para hoy, deambulo por un papel digital, sigo agitada, entre-dormida y a la vez muy despierta, como una autómata, como cuando era sonámbula y caminaba por la casa a media noche (según mi mamá, yo no recuerdo ser una momia).

lunes, 11 de septiembre de 2017

Me cierran

Cerrar los ojos para sentir, creo recordar que eso es posible.  Hoy no los cierro; los abro para no dormirme y ellos me cierran porque ya no hay más espacio en mi mente. Y yo insisto con mi imprudencia, insensatez, inmadurez, prepotencia... Y ellos, como último recurso, me obligan a escribir estas palabras. Me delatan. Me exigen dormir a cambio de las llaves de mí misma. Abro los ojos para no quedarme dormida... ellos me cierran. 

Humanos, pájaros...

Ruido, ruido, ruido, ruido... Ruido desordenado. Si escucho ruido es porque soy incapaz de escuchar. 

Los pájaros preguntan, responden, establecen su territorio, preparan su día. Ser un pájaro debe ser igual que ser una persona que trabaja. Dejé de pensar que ser un pájaro es mejor que ser humano cuando descubrí que los pájaros cantan porque es necesario, no porque es bonito. Son más prácticos que yo. A veces canto porque sí. Son más racionales... ¿Más humanos? No me hagan caso, a veces escribo muchas cosas sin sentido. 




domingo, 10 de septiembre de 2017

Demasiado

Me siento demasiado orgullosa de mí. Sí, profe de escritura, "demasiado" es un exceso. Es que seguro querré eliminar esta entrada mañana a primera hora...

Pero hoy no me importa, ¡qué bonitas canciones! Hey, solo existe el presente, y en el presente me felicito, me he ganado una sonrisa de satisfacción con 5 estrellas luminosas. Cumplí un objetivo ambicioso para una semana de trabajo intenso. 

¿Esa es la vida no? Fascinante.


sábado, 9 de septiembre de 2017

El oficio

No tengo ni puta idea de qué escribir. Así, tal como sale de mi mente, ¡así es!

Es una mañana fría de sábado. Creo que hay pájaros, viento... y esas cosas de todas las mañanas, pero no estoy prestando mucha atención. Tomo café de Concordia, llevo puesta una camiseta blanca de hombre que compré para mí (son más cómodas que las de mujer y no tengo que comprar pantalones de pijama). 

Es hora de enfrentarme a las ideas de ayer, ¿me gustarán? Estoy nublada con sensaciones pequeñas, me encontré a mí misma corriendo de mis canciones. No me quiero escuchar. A veces soy tan cursi, a veces soy tan exagerada, a veces soy tan pretenciosa. Uno debería escribir canciones y no volverlas a ver si quiere conservar su sanidad... de hecho, yo hago eso. 

No pongas atención, son patadas de ahogado. La corriente me está llevando y no tengo escapatoria. Hoy hay que escuchar, y elegir, y cambiar... Es parte del oficio. La oficina de las canciones abre en 5 minutos. 

viernes, 8 de septiembre de 2017

Conocerse

Fragmentos. Ideas que necesitan una mirada atenta y libre de prejuicios. Escribo por pedazos. Escribo como pienso. Soy hija de mi época. No lo puedo evitar. Ideas cortas y sin conexión. Me convierto en diseñadora de rompecabezas de paisajes y escenas... Y está bien. No se necesita ser Buda para escribir una canción. Si lo fuera, no necesitaría las canciones como herramientas (poco eficientes) para conocerme. 

Entre más escribo, menos me conozco; es que por cada atributo que me descubro, me dibujo otros dos. Me edito un poco todos los días. No me conoces. No me puedes conocer. Ni yo misma me conozco. 

jueves, 7 de septiembre de 2017

¿Seré capaz?

Hoy las musas no aparecieron. Estaba allí como un soldado, como ayer... ayer funcionó, ¿por qué hoy no? 3 am, baño de agua helada, agua, café, un poco de fruta... y la lista de tareas. Terminar esta letra. Cambiar esta armonía. Escuchar y elegir. Descartar. Escribir... Esta hora es mágica, casi siempre. Hoy no. Hoy la voluntad estaba presente, pero no el corazón. 

Soy amateur en esto de ser primitiva. Mi perseverancia es irritante. Pero ser animal es algo nuevo. Por eso a estas canciones les cuesta encontrar salidas. Son canciones viscerales... ¿Seré capaz de escuchar su mensaje sin censurar? ¿Seré capaz de percibir su esencia y usar las herramientas correctas para comunicarlas? ¿Seré capaz de renunciar al control? 

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Juego

¿Cuántas mariposas en el estómago es uno capaz de soportar? Creo que así se mide la fortaleza del soñador. Una adicción a estar un poco asustado, y ahí está uno siempre: en la cuerda floja. Y uno vuelve y se pregunta, ¿por qué carajos no tomo el camino seguro?... y no, es que no es divertido. Es una adicción a la diversión, al juego. 

Reglas

Qué cantidad de reglas nos hemos puesto. Estoy escribiendo canciones, o por lo menos, es lo que trato de hacer de manera compulsiva y a veces (casi siempre), poco eficiente. Pero, esa es la cuestión, "la eficiencia". Profe, ¿qué es eficiencia? Me preguntó una chiquita. "Hacerlo bien con menos tiempo y esfuerzo... "

Eso no aplica mucho cuando de escribir canciones se trata, ¿o sí? para eso las reglas que uno interioriza. Tengo muchas reglas que me tienen "amaestrada" cuando escribo canciones. Reglas que hacen de las canciones, ¡nada! Un objeto vacío de particularidades y lleno de clichés. Estrofa, coro estrofa, coro, puente, coro, coro un poco más agudo.  Mismo tempo automáticamente en 120, 90 u 80.. de hecho cuando mi ritmo interno es 107.09... lo ajusto a 105 o 110. Incluso cuando una parte de la canción me pide ir más lenta... doy click en el ícono del metrónomo y adapto la melodía... De manera automática... Así es que se hace, ¿no?

Y hay una voz por dentro en este momento que me dice "espérate un momento, ¿porqué escribes esto si no vamos a cambiar esos parámetros?... no sabes cómo más... para ya de escribir".




martes, 5 de septiembre de 2017

Pescando

Blanco. Loop. Repetición. Mismas ideas. Extrañas. Fragmentación. Oscuridad. La lucha por comunicar una idea. Drama. Intentos fallidos de amar.

Siento decirte que he perdido la capacidad de conectar las ideas. 

Estoy pescando en una grabadora de audio con más de 1000 pequeños audios, muchos de los cuales son repeticiones de lo mismo, otros que me han sorprendido de lo extraños que son, otros que llevan una cantidad de drama que no pensé cargar alguna vez en mi cabeza.

Empecé el ejercicio a las 3:30 am. Una hora de escuchar, eliminar, clasificar, sorprenderse, avergonzarse, elegir (o por lo menos darles la oportunidad de una segunda escucha). No es que sea mala conmigo, de hecho, me prometí escuchar con atención aquellas voces que sin importar que me gusten o no, estén diciendo algo que en el fondo de mi corazón creo que es importante. Prometí prestar atención y no juzgar. 

Entre mucha repetición y sinsentido, hay también mucha valentía. Encontré hasta una canción a mi muerte.  Es tal vez la canción más extraña que he escrito. Dulce, profunda. Me imaginé a mí misma como alguien que pierde la memoria. No hay tristeza. No hay vacío. No hay conexiones con este mundo. Es alguien que está en el momento presente y ve luces, escucha la voz de la muerte, una sensación cálida que la envuelve... y me dejo llevar. 

lunes, 4 de septiembre de 2017

... y de vez en cuando...

Sí, todo sucede como en cualquier otro día. Las pequeñas variaciones en volumen, en intensidad, en sonrisas, en expectativas... La misma canción tocada por los mismos músicos... El día. Inicia la semana... Quisiera escribir que los pájaros cantan y estoy extasiada, que los sonidos de las niñas están llenos de dulzura e inocencia, que me invade la dicha y disfruto del café... Y sí, los pájaros cantan, hay sonidos, no hay café en mi boca... y la sonrisa está dormida. No quiero seguir mis propias fórmulas. No quiero comer frutas para sentir que la vida corre por mi cuerpo. No quiero respirar lento y caminar pausado. No quiero escribir... No sé porqué lo hago. Es una inercia. Todo hoy es por inercia. Días en los que solo tengo la corriente de los hábitos que he construido... Confío en ellos mientras regreso. Me abandono en el agua. 

viernes, 1 de septiembre de 2017

La noche

Mis ojos están cerrados mientras digito estas palabras. El aire no tiene mucho espacio en mi cuerpo hoy, la mañana tampoco. 

Estoy repleta de la noche. El cielo negro, impenetrable, sin estrellas pero con misterios, sin voces humanas pero con los sonidos de los grillos, los murciélagos, los carros sin gente... Sí, yo creo que van sin gente, porque suenan los carros pero no suenan las personas... Y además en la noche todo se puede; ella me lo ha dicho cuando me da permiso de ser otra cuando viene a mi encuentro. 

La noche está contenta habitándome. No entiende porqué le doy un beso de despedida tan temprano. 

miércoles, 30 de agosto de 2017

¿Encajar?

Entre menos me importa lo que piense la gente, más encuentro aceptación y amor de parte de las personas que realmente me importan.

Es lo más extraño y hermoso del mundo. No es que sea inmune a la opinión de la gente, sino que soy cada vez más consciente del malestar de no encajar, y me armo con todas mis convicciones para tomar decisiones por mí y no por los demás... Y el resultado inesperado han sido conexiones reales, humanas y honestas... 

Eso suena fácil y cliché... ¡no lo es! ¿Dónde está el límite? ¿Qué de lo que quiero lo quiero por demostrarle algo a alguien a quien le importará por un momento y después lo pasará de largo? ¿Qué de lo que quiero es un deseo profundo, propio, mío?

Y la vida... Es una. Es corta. ¿Por qué la malgastamos de la manera como lo hacemos? ¿Por qué nos preocupa tanto la aceptación por parte de una sociedad que no nos ama? ¿Qué recompensa trae ser aceptado que nos hace renunciar a nuestras convicciones y a nuestra voz?


martes, 29 de agosto de 2017

Misterio

¿Alguien conoce el misterio que encierra la satisfacción de escribir lo que uno siente que es la mejor canción del mundo, seguida de la vergüenza de escuchar la grabación de esa misma canción al otro día?

No entiendo porqué vuelvo a escribir y vuelve a ocurrir la misma magia extraña, o amor irracional, o estupidez. Lo más raro es que me he acostumbrado al ciclo... No lo entiendo, pero sucede... y está bien, a veces hasta sonrío y disfruto de mi inocencia. A veces realmente creo que es la mejor canción... Como en este momento... ¡Mañana hablamos!

¿Estás ahí?

Mis ojos están abiertos pero no ven, la música suena pero no estoy escuchando, supongo que respiro, supongo que corre la sangre por dentro, supongo que es un día como cualquier otro... Si me preguntas: no estoy, no soy, no entiendo, no quiero, tengo las piernas cruzadas y peleo con mi espalda para que se mantenga erguida... Escribir es perseguir mis rastros porque me necesito de vuelta. ¿Estás ahí? La que ve, la que escucha, la que respira, la que está viva. 

5:38 am

La pretina del pantalón estorba. Hace frío. Estoy sentada en el borde de la cama. Se acabó el café. Debo salir... La naturaleza y sus instintos que no entienden de rutinas humanas... Me regala una lluvia que me invita a flotar con ella. Me regala un deseo que me invita a bailar bajo las sábanas... son las 5:38 am... El deber me golpea.


lunes, 28 de agosto de 2017

La belleza

Hay chocolate en mi boca derritiéndose con cada sorbo de café. Suena Bach. Me gusta mi trabajo, aunque a veces lo sienta tan difícil, o de pronto es precisamente por eso, me gusta lo difícil. Confieso que seguramente no me acercaría a la música de la manera como lo hago porque siento la responsabilidad de saber mucho más de lo que enseño... y he encontrado un placer indecible en cada concepto o pieza de música que entiendo a un nivel un poco más profundo. 

He entendido que el oro está bajo la superficie, que cavar un poco más lo vale, ese paso extra, esos minutos de estudio de más. No siempre quiero hacerlo, por eso necesito escribirlo, necesito recordar que usualmente no hay paisajes bonitos en los lugares comunes, hay que caminar más para encontrar la belleza. 

domingo, 27 de agosto de 2017

Una a la vez

Las palabras se pelean y se quedan atoradas porque en el instante solo cabe una a la vez.
No logro expandir el instante para que todas pasen y se acomoden en el papel. No logro convencerlas de hacer una fila civilizada como cuando uno va a entrar a un concierto y hay mucha gente. Las palabras más bonitas se quedan atrás, son las que andan tranquilas por el mundo y ceden el paso. 

Me pasa cuando estoy feliz o emocionada por varias cosas. Es de los momentos más difíciles para escribir... Creo que es porque quiero escribir algo que sea tan bonito como lo que siento, y sé que no lo voy a lograr. Escriba lo que escriba me quedaré corta y sonará como esas palabras y frases que duelen a la vista, de lo coloridas y clichés. 

Pero no importa, hay momentos en los que no duele el corazón, en los que no me siento fuera de lugar, en los que me gusto, en los que no te extraño. Es domingo, hay cerveza fría en la nevera y una torta de banano. Puedo recostarme toda la tarde a mirar el gato. Puedo sentarme a escribir una canción o a empezar varias que puedo terminar o no. Puedo tocarme y pensar en él... y no hacer nada más, ¿por qué me da miedo escribirlo? ¿Será que soy yo la que censuro mis propias palabras?

viernes, 25 de agosto de 2017

Nada que hacer...

A veces se nubla el corazón. Es difícil saber cuáles son sus deseos. A lo lejos veo un pájaro sobre una rama de un árbol; veo su silueta entre las hojas, la silueta de sus alas moviéndose; lo veo estirar su cuello y dar unos cuantos pasos antes de posarse un rato bajo la sombra. Está bien posarse a descansar. Está bien no tener nada que hacer unos minutos. ¿Por qué tiene que haber algo que hacer todo el tiempo? Está bien no tener que contar una historia cuando escribes. Está bien hablar de los sonidos fastidiosos de las sillas que se mueven, de los gritos de las niñas a lo lejos, del sonido de las lámparas al que estoy tan acostumbrada que solo lo noto cuando no está... No solo está bien sino que si no lo haces las nubes seguirán empañando el corazón. 


jueves, 24 de agosto de 2017

Ellas

Sentada en el borde de la silla. Los pájaros cantan a mi izquierda, a lo lejos; parecen ser parte de la música que escucho. Entra un clarinete y encuentra espacio en mi boca. El recuerdo de la madera en mis labios... me gustaba el clarinete, me gustaba su peso, su talla, el brillo de sus teclas plateadas sobre el negro mate, el proceso más que el resultado, siempre he sido así, de pronto más de la cuenta para la sociedad que exige inmediatez y resultados, pero suficiente para mí. 

A veces hago muchas canciones a las que dedico mucho tiempo... y después, nunca las publico, nunca más las canto... las olvido... Y está bien, cumplieron su función, son un puente de un estado de ánimo a otro, de un nivel de conocimiento a otro, de una sensación a otra. También son una lupa o una paleta de colores para mis recuerdos... Algunas no tienen la carga de tener que ser "buenas" o de "gustar a la gente"... Es un trato que hago con ellas. Algunas necesitan salir al mundo, tienen una voz que nació para salir de mí, así yo me rehúse un poco a mostrar algunos pensamientos que se me hacen extraños o incómodos... Pero esas son las que grabaré y compartiré, ellas me lo hacen saber... y yo respeto su decisión. 

miércoles, 23 de agosto de 2017

Pedazos de cielo en mis recuerdos

Lo que tuvimos; lo que tenemos en nuestra memoria, ese lugar que visito para comer manzanas y convertirme en canción. Es avaricia desear más que eso.  Un viaje a otro planeta en el que pudo destruirnos la gravedad, un deseo bebiéndose la lluvia; el que fumaba  mirando el mar. Esa dimensión que solo se abre una vez... Hay pedazos de cielo en mis recuerdos. 

Tú que me ves

Profundo. Un sonido que viene de abajo, pero que también es flotante. Se choca conmigo y decido permitirle que me invada. Sube hasta mi cabeza. Me eleva y me sostiene. Mi boca baila, mis manos también. Mis piernas se contonean en el agua. 

Soy una sola línea, una silueta que se desdibuja y desaparece. Tú que me ves: ¿sabes dónde estoy cuando tu boca está tan cerca?

lunes, 21 de agosto de 2017

La que desea

Ser la que desea y no la que es deseada; la que siente y no la que hace sentir... La que quiere algo, y va por ello. La que desafía el rol de señorita, ¡qué rol tan aburridor! La que pone sus deseos por encima... Sí, eso que estás pensando, la egoísta, al fin y al cabo, anda sola y puede serlo. Puede dedicarse a crecer sus sueños, a mirar adentro, a ignorar expectativas de otros, a tirarlas con la basura... a estudiar qué de lo que soy es realmente mío y qué es impuesto por creencias que no quiero en mi vida, y que me hacen pesada para volar.

Lo que sea que esperes de mí, no lo hagas... No quiero cumplir expectativas... Merezco seguir mi instinto, o mi corazón, o mi cabeza, o mis deseos... Seguir el camino que quiera... 

viernes, 18 de agosto de 2017

¿Soy?

A veces siento que la gente la tiene siempre más clara que yo... son lo que son, se definen, se lo tatúan en el alma, su ser parece estar alineado con lo que se espera de ellos, tienen calificativos que continúan vigentes con los años... Parecen estar entrenados para estar felices en sociedad... a mi me cuesta... Necesito una dosis de silencio y una dosis de música cada hora para calmar la sed. 

Yo me siento demasiado vulnerable, una mezcla de defectos que trato de mejorar y a veces no puedo. No sé recordar los nombres de las personas. Recuerdo su voz, sus ojos, y casi siempre alguna frase que siento que delata a esa persona sobre su alma y su mente. Pero sus nombres... Los olvido con la facilidad con que olvidé a mi exnovio... ¿Quién era ese? ¿Cómo pueden las personas recordar tantos nombres? No es que no me importe la persona... Sería bonito recordar sus nombres... 

Soy racional pero también instintiva. Soy dulce pero a veces no puedo evitar que haya una rudeza involuntaria en mi mirada. Hago canciones alegres y superficiales. Hago canciones extrañas y profundas. Viéndolo bien, por chévere que suene la frase con la que iba a titular este escrito: "soy un alien"... no lo soy. Soy increíblemente humana. Más de lo que me gusta. A veces abro los ojos a las 4 am  y solo quiero dormir. A veces no quiero trabajar, solo hacer música para escapar de la ansiedad de estar expuesta ante la sociedad.  

El piano es mi amigo. Hemos construido una relación complicada y hermosa. Incluso cuando se hace el distante, bastan unos minutos para romper el hielo y querer caminar juntos,  lo toco y el mundo desaparece. ¡Esos momentos con el piano! Recuerdo como temblaba cuando apenas nos conocimos, como me intimidaba y se hacía el indiferente. Ahora me espera... me habla y me sorprende cada que lo necesito. 

martes, 16 de mayo de 2017

...

Está oscuro. Hay tanto ruido. Hay tanto que no importa. Hay tan poco para mí. Tengo sed. No tengo nada. Una voz entrecortada en mi cabeza. El teléfono. El espejo. El café frío. Tengo que correr y no puedo. Tengo que callar y debo hablar. Estoy cansada de no ser. Tengo que decir adiós y debo saludar. Tengo que seguir el instinto y debo suplicarle que me espere. 

El deber es una maleta que quisiera dejar, aunque no sé si de verdad. Tengo que tocar una guitarra, los 3 acordes de siempre por horas. Tengo que quedarme suspendida y alargar este suspiro. Estoy cansada.

sábado, 13 de mayo de 2017

Alcanzar un sueño

Tuve una semana llena de emociones... Demasiadas sensaciones para no llorar, así que lloré; demasiadas emociones para no gritar, así que grité; demasiadas sensaciones para no tocarme, así que me toqué; demasiadas sensaciones para no abrazar con el corazón, así que abracé a quienes se acercaron a abrazarme; demasiadas sensaciones que el muro que me contiene fue traspasado, la marea subió y me desbordé, hubo inundaciones, errores, tropiezos, torpezas, llegadas tarde... 

Algo pasó adentro esta semana... Ese ser adulto y con los pies en la tierra estuvo ausente, no supe cómo llamarlo a mi rescate, por más que dedique unos momentos al día a respirar, a meditar... Sentí que eran mis sueños los que me acompañaban, me hablaban, me llevaban de la mano y me alentaban a andar así, fuera de control.

Hoy los escuché... estaban gritando y yo no entendía... Estaban diciendo: "llegué", "aquí estoy"... Escribí un sueño el 1 de enero de este año, resaltado y como mi principal propósito para este 2017, y saben qué, he alcanzado un sueño y no me había dado cuenta. Yo solo estaba pensando en todo lo que no tengo, lo que aún no entiendo, lo que no sé.  La incertidumbre de lo que sigue, ahora qué... 

Estoy en otro inicio. Debo reconocer que es también una llegada, que sentirse abrumada y cansada está bien. Que tomar aire y mirar el paisaje es justamente lo que tengo que hacer. 

martes, 9 de mayo de 2017

Decidir es renunciar

Desperté, entendí la dimensión del tiempo que tomará cada uno de mis sueños, entendí la vida que cuesta la materialización de las imágenes mentales en este planeta azul. Pasar de lo que se crea en el papel, al mundo de otros, hacer que mis imágenes mentales estén disponibles, ¡la magia de compartir una historia con otro ser humano! Es todo para mí, y siempre lo he sabido, lo tengo claro: ¡Pago el precio!... 

Pero aún así, renunciar me duele, me duele mucho... Es tomar un cuchillo y apuñalarme el corazón. Es destruir una parte de mi. Es elegir un sueño sobre otro. 

Duele, quiero resistirme, no quiero renunciar a nada... esa resistencia me desgarra por dentro,  pero renunciar es un requisito para luchar por los sueños. Renunciar es tomar decisiones, y los sueños requieren un alma valiente que las asuma. 

Mi alma despierta, está llena de colores... y aún así, duele.

martes, 2 de mayo de 2017

Busco

Busco lo que fluye, lo que se siente bien, el instinto, la sonrisa, la respiración larga, la respiración acelerada, las sensaciones que aceleran el corazón, las canciones que me sonrojan, las sorpresas, los caminos, los colores que contrastan con mis días grises, el grito, el susurro, el extremo, el equilibrio... Me busco sin descanso cuando no estoy. Me busco sin descanso cuando no me reconozco. Necesito saber que mi corazón está latiendo por amor, no por inercia. 

¿No?

A veces hay una voz que me dice que no... Dice no a todo lo que quiero hacer, a todo lo que debo hacer, a todo lo que pienso, a todo lo que deseo cantar. Dice no a las canciones, no a bailar, no a respirar, no a volar... NO, como si no lo mereciera, como si ser feliz fuera algo para personas extraordinarias, y la voz me dice: "no es para ti"... y la voz me dice "no estás lista"... ¿Qué significa estar listo? Como si vivir requiriera de una preparación extraordinaria. 

A veces necesito estar mucho más alerta que de costumbre, porque esa voz aturde y si no la escucho, se escabulle de noche y se alimenta de mis sueños... A veces tengo que despertarlos temprano y prepararlos para la batalla, advertirles que hoy será un día en el que los necesito presentes, firmes, tomándome de la mano, cantándome al oído, mostrándome las palabras adecuadas cuando cierro los ojos, señalándome el camino y ayudándome a cruzar cuando sienta miedo...

martes, 25 de abril de 2017

Luz

Necesito ser pequeña... diminuta. Del tamaño de una hormiga... No, incluso más pequeña, del tamaño de un átomo. Invisible para los que no saben mirar. Inimaginable, como si no existiera, pero existiendo. 

Necesito existir para mí por unos minutos. No es egoísmo, es que a veces se me agota la luz, siento que no tengo más para dar, no tengo más para decir, no tengo cómo iluminar los rostros de la gente si por dentro el fuego está cansado.

Esconderme en mi estómago y correr. Encontrar ese lugar seguro. Adentro. Mi cuerpo es un lugar seguro. 

Soy un átomo. Juego, corro, vuelo. No hay nada y está todo. Solo hay espacio. Un espacio inacabado. Un horizonte infinito. Todo está oscuro y nada más existe. Solo yo. Giro, fluyo, me dejo caer. No hay arriba, no hay abajo. 

Sigo girando al ritmo de la música. Un átomo que baila hasta estallar y volverse luz. Una explosión colosal que ilumina cada rincón de mi cuerpo, la luz de mis ojos que se abren.

miércoles, 12 de abril de 2017

Canciones

¿Por qué me hacen esto?

Porqué me ponen frente a mis miedos de esa manera. Porqué me ponen frente a mis recuerdos más llenos de nudos y de cosas que no entiendo. Porqué no me dejan ignorarlos y seguir. Tal vez una vida desde la periferia sea una vida más feliz. Una vida sin ustedes revolcando mi mente y deshilachando mi corazón. Déjenme dormir y tener un cuarto ordenado. Déjenme ser más normal...

 Para qué seguir cavando. A veces odio que me pongan a cavar. A veces odio las canciones... A veces pienso que si no escribiera canciones sería más superficial... y más feliz. Déjenme dejar enterrado lo que está enterrado. Dejen que se pudra y se convierta en abono... Ya no quiero escribir más sobre mí. Escribamos, no sé, sobre algo divertido y diferente, sobre los micos... ¡Eso es!, escribamos sobre todo lo que amamos los micos... 

Perdón por decir que no las quiero... Ustedes saben que me pongo dramática cuando se inmiscuyen en mi pasado.

martes, 4 de abril de 2017

Mundos

Trato de dejar atrás lo que está atrás... lo que pasó hace una hora, dos horas, un día, un mes... Lo que pasó, está atrás... y sin embargo, vive en el cuerpo, toma formas sin forma, toma expresiones invisibles, inservibles, inexistentes... Y si no lo dejo ir, me define. 

Los mundos de la mente, los mundos del cuerpo, los mundos del instinto. Los mundos que habito. Agujeros negros para desaparecer las emociones que estorban. 

En el mundo físico crear es más difícil que destruir... A veces creo que en el mundo mental es lo contrario. 

viernes, 10 de marzo de 2017

¿Qué es ese muro?

Quiero caminar con las manos, girar, expandir, ir más lejos, hacer más... ¿Qué es ese muro? ¿Qué son esos límites que pone mi mente? ¿De dónde viene esa voz que dice NO? A veces me siento atrapada. A veces mi mente se siente como una cárcel, y el miedo es un obrero que trabaja día y noche construyendo los barrotes. El miedo es un tipo disciplinado, fuerte e incansable. Que la música sea la sirena que lo ahoga en el mar. Quiero salir.

viernes, 3 de marzo de 2017

La duda

Algo tilatando por dentro, no de frío, sino de emoción. Es una emoción renuente a la costumbre, aunque me sea familiar. 

Se siente en el estómago, en la garganta, en la respiración contenida, en lo que no se ve, en lo que no se hace, en todo lo que olvido, en todo lo que paso por alto sin darme cuenta. Es una emoción violeta que intenta decidirse por el rojo, pero que tiene demasiado azul oscuro. 

Es una emoción que forma nudos, que pide café con galletas aunque no tenga hambre, que no quiere que escriba y hace que mis dedos pesen y que a las ideas les cueste levantarse de mi cabeza a caminar por el papel. 

Amenaza con quedarse y estoy segura que lo haría si me encontrara complaciente y sumisa. Escribir es mi forma de decirle: soy más fuerte que tú y yo decido. Ella terminará aburriéndose de mi rebeldía como siempre lo hace... 

Y si se queda un poco más, está bien. Puedo caminar con la duda, puedo caminar sintiéndome insegura, yo sé que es fantasía, yo sé que las hormonas pintan los paisajes de mi mente de los colores que quieren, pero yo también sé pintar. 

viernes, 24 de febrero de 2017

Lo mismo

A veces camino por la cuerda floja, con gracia, serena, sonriente y segura. El abismo es un paisaje, todos mis sentidos van conmigo, una mirada ocasional abajo, a los recuerdos; una mirada ocasional arriba, a los sueños. A veces soy y es suficiente.

A veces camino por la cuerda floja y me balanceo, torpe, aprendiz, con la sonrisa perdida y la mirada distante. El abismo es un abismo, los recuerdos una fosa, el cielo, lejano. A veces me he ido. Me lanzo a la fosa y no uso mis alas... A veces olvido que las construí para estos momentos... 

Escribo, como si escribir cambiara algo... ¡y lo hace! Todos los verbos son lo mismo en mi universo, ¿quién dice que no? Vuelo con la voz, canto con las alas.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Gracias

Los sonidos humanos parecen perdidos... Hoy se los traga el pequeño sonido de la ardilla mordiendo la madera; los cantos de pájaros amarillos, azules, rojos, cafés; de las alas de los colibríes, del movimiento lento y seguro de las hojas de los árboles. 

Los sonidos del teclado en el que escribo, las voces lejanas de las personas que hablan, el sutil sonido de las lámparas del cuarto en el que estoy... Esos sonidos hoy son absorbidos por la tierra. Los pájaros entran a este cuarto alegres y sin temor... siguen cantando. 

Estoy aquí como invadiendo su espacio. Ellos no lo notan... y así me acogen, cantando así de cerca. Les doy gracias. Gracias por existir. Gracias por ser. 

miércoles, 15 de febrero de 2017

Aquí estoy...

Está bien no saber qué hacer... Tengo el corazón adolorido, no sé porqué. Es uno de esos días en los que mi actitud natural de "no tomarse nada personal" y estar inmune a las emociones que no aportan y me sacan del camino, no es tan natural. 

Es el primer momento del día que tomo para observar que el mundo es el mismo de ayer, que los pájaros cantan igual, el viento mueve las hojas, los árboles son verdes, están allí las mismas flores rojas, las ardillas saltan con la misma gracias, flotan entre los árboles, la gente habla, grita, canta, siente, discute, sonríe, se emociona, es apática, está ensimismada, es amigable, tiene problemas que calla... Igual que ayer. 

Estoy sentada en la misma silla, también escucho Mozart y son las 3:12, igual que ayer a las 3:12... Los pájaros carpinteros se acercan... Recuerdo una imagen única de uno de copete rojo la semana pasada. Nunca los había visto abrir las plumas de la cabeza de esa manera... ¿Estaría feliz? ¿estaría conquistando a alguien? El edificio crea la misma sombra hoy que ayer a la misma hora, pero los árboles no, los árboles crean sombras diferentes, los árboles pintan su sombra. Los seres humanos creamos edificios, seres que no respiran, pero también creamos música. 

Todavía me duele el corazón, pero las palabras son un abrazo y una compañía, un recordatorio de que acá estoy, me presento para mí.

viernes, 10 de febrero de 2017

Distorsión

Hoy no me siento como volando entre nubes, ni entre una flor gigante, ni descansando en una letra gigante sobre un abismo cuya caída es hacia arriba. Ojalá pudiera explicar porqué no me siento así de bien, pero la verdad es que no lo sé. Ninguna ensoñación que me llene el corazón... y todas las dudas. 

Puedo sentir nudos y más nudos escondidos en cada rincón de mi espalda. Puedo sentir mis párpados pesar una tonelada. No entiendo los colores, ni los pájaros, ni la tristeza, ni la alegría, ni las palabras... No entiendo qué estoy escribiendo, ni porqué... Sigo mis instrucciones de hacerlo cuando estoy así... 

De pronto es por la luna, de pronto no hay razones. Si creyera en dios, diría que de pronto dios eligió un ángel para repartir los niveles de lucidez todas las mañanas, y que hoy se le olvidó traerme un poco. 

Todo está opaco. Solo veo la pantalla. Lo demás está como desenfocado. He escrito instrucciones para que las piezas encajen. Me han funcionado antes... pero hoy esas piezas se están distorsionando. Las verdades no parecen las mismas. No entiendo las emociones de hoy... ¡Qué loco es este mundo interno! 

jueves, 9 de febrero de 2017

Ese sabor...

Dulce, refrescante, tranquila, anaranjada y tan llena de vida que puedo sentir su vida mezclarse con la mía. Puedo sentirla mientras me revive desde adentro, está por todo mi cuerpo. 

Recordar su sabor le hace bien a mi boca... y aún cuando no la recuerde, ni piense en ella; tengo su esencia floreciendo en mi pecho, en mis mejillas, en mi música, en mi sonrisa, en mi voz y en mi corazón... Soy todo un jardín gracias a ti. 

lunes, 6 de febrero de 2017

¡Qué raras somos las personas!

Seguramente no pensaría... Seguramente no necesitaría escribir. Nacería conectada como "por defecto". Siempre en ese estado de saber, ser, sentir y estar presente. No pensaría: "La nuez está dura, o qué rica está; o, prefiero esta rama porque se balancea de forma perfecta, la del árbol de la izquierda es chévere, pero es demasiado delgada, y la de la derecha no se balancea; o, el cielo de hoy amaneció de un tono un poco más anaranjado, hoy seguramente hará mucho calor, pero la temperatura de esta madrugada es perfecta..." Seguramente no pensaría nada de eso. Ni, "¡Wow, los pájaros hacen mucho ruido esta mañana!, ¿es porqué están más felices o porque están molestos o porque están planeando de dónde tomar agua durante el día? o, ¡qué bien se ve ella saltando de rama en rama con tanta gracia! 

Estoy desconectada la mayoría del tiempo y necesito palabras para re-establecer la conexión. Ella no. Si fuera una ardilla nada de esto tendría sentido. Yo no existiría. Sería, pero yo no existiría. ¡Qué raras somos las personas!

viernes, 3 de febrero de 2017

Tráfico

Cuéntame, ¿cómo hacer para estar mejor? 

Nada... solo necesitas estar. 

Observa las hojas de los árboles. Son. No sé si son felices, pero flotan con tanta gracia que siempre he imaginado que si hablaran, me contarían el gran secreto. Siente la frescura de la mañana con sus matices cálidos. Deja que el viento te acaricie sin contarte nada y que los pájaros te canten sin saber que lo hacen para ti. Deja que las células enloquezcan un poco con la cafeína. 

Pase lo que pase hoy, preséntate para ti. No te enredes en los caminos de tus pensamientos, que entre tanto tráfico, va y no logras llegar a la cita con el presente. 


jueves, 2 de febrero de 2017

Descansar

 A veces blanca, a veces rosa, a veces roja, a veces pequeña... 

Pero a veces es tan grande que me deslizo entre pétalos mientras siento la frescura y la humedad. Allí paso el tiempo cuando tomo una siesta. 

Un aroma suave, casi imperceptible, una burbuja de agua que me abre la puerta. Soy tan pequeña y ligera que floto allí adentro de lo que llaman rocío. Me gusta también recostarme por fuera de la burbuja. 

La gravedad funciona diferente aquí. Puedo descansar en un gran pétalo vertical como si la rosa estuviera puesta en el piso, pero no lo está. Crece de la tierra. Cuando miro hacia arriba todo lo que veo es el gran pétalo blanco irrompible y poderoso. 

Una flor

A veces me siento tan distante. ¿Sienten las personas lo que yo siento? La necesidad de no ser nadie, de desconectarse por momentos, de conectarse con el centro. A veces siento que lo necesito más. Es como tener sed y no poder estar sola, es no poder saciarla. No es nostalgia, no es aislamiento, no es tristeza... Es sembrar un tipo de alegría diferente. 

Hay una flor que se abre... es mi cuerpo respirando, es mi cuerpo agradeciendo estas palabras. 

miércoles, 1 de febrero de 2017

Canciones

Sácame de aquí... llévame a un lugar donde pueda gritar con todos mis pulmones, donde me pueda lanzar al mar sin pensar en nada. Llévame contigo donde nada importa, solo vivir... A veces quiero ser un animal... A veces siento que lo soy... Son mis momentos más felices... En los que el mundo humano me es ajeno. Las preocupaciones parecen de otra vida. Se me olvida que se supone que uno debe pensar y parecer y cumplir un rol. Cuando canto, cuando escribo... cuando hago ambas cosas y escribo canciones. 

Para eso sirven las canciones. 

martes, 31 de enero de 2017

Un agujero negro

Un continuo divagar... ¡y está bien! Es como las estrellas, la brisa, el mar, los pájaros, las palabras, los peces, los árboles caminantes, las luces, las personas...

Mi mente no está exenta de ese continuo divagar. Qué difícil es entender que está bien. Qué difícil es dejarla correr. Volverse arena y observar como disfruta del viento. Arrojar la necesidad de control por cualquiera de esos agujeros negros que he aprendido a crear... ¿o no? A veces parece que aún no están terminados... Devuelven los recuerdos en forma de lágrimas, en forma de nudos en la espalda, en seres invisibles que suben por mi garganta y se las arreglan para quebrar mi voz. 

Yo sé que un día crearé una canción por la que pueda arrojar lo que no quiero sentir. 

lunes, 30 de enero de 2017

Hoy no

Escribo para no aburrirme. Escribo para llenar el vacío. Escribo porque es la única forma que encuentro de ser sin él. No lo conozco y ya lo extraño. No lo conozco y confieso que a veces temo no conocerlo... y entonces, escribo. 

Creo en él casi como creo en mí. No me pidas ser independiente todo el tiempo. Casi siempre soy feliz en mi cuarto acariciando mi gato y escribiendo canciones. Casi siempre soy feliz encontrando sensaciones en mi cuerpo, descubriendo mi voz o sumergida en los escritos de García Márquez. Casi siempre soy feliz solo por no necesitar a alguien más para sentirme plena, casi siempre encuentro lo mejor de cada momento. 

Hoy no. Hoy quiero permitirme ser un poco tonta. Hoy quiero permitirme no estar feliz. Y sí, hoy pienso que hay cosas de las que me arrepiento... ¡lo acepto! A veces la luz encandila los ojos de mi alma y ella las apaga. Son la 1:38 de la tarde en Medellín, es medianoche en mi universo y no pienso presionar la salida del sol. Estoy despierta, en mi trabajo... y es media noche

Abrazo lo que siento y dejo que la música sea nube, sea lluvia, sea tempestad. 

Hoy es un día como cualquiera, y a la vez, diferente. Hablan en mi oficina. Historias de un fin de semana. Historias de las que otro día estaría riendo... todas las historias son iguales, las he vivido, las he sentido, pero hoy no me importan... hoy son ruido. Hoy quiero permitirme no ser yo, ser la que nunca he sido: la irracional, la niña, la que no piensa mucho, la que se deja llevar, la que se siente vulnerable, la que está aburrida y escribe para pasar el rato. 

Lunes

Letras incoherentes y desordenadas se abren camino desde distintos ángulos de la página. Hoy puse un poco de leche y dulce en el café... nunca lo hago, hoy me sentí diferente cuando me desperté. Siento que descubrí algunas cosas este fin de semana. No quiero hablar de ello, pero, sin duda me afectaron. Sin duda hablan los pensamientos entre ellos sin que yo me de cuenta... y yo solo sé que me costó un poco más levantarme de la cama.

Suena el reloj, intransigente como siempre, recordándome la justicia que nos trae el tiempo. El regalo. Este día. 

Desconectada. Me despierto buscando el mapa. Me despierto respirando... y está bien. Tengo las canciones. Tengo las palabras. Tengo mi piano. Me despierto buscando instrucciones... y está bien que no lo tenga resuelto. Lo acepto. ¡Conversemos! ¡Cuéntame cómo te sientes! Cuéntame en qué cambió tu café. Cuéntame de ese sueño que tuviste anoche donde había un olor a cereza y pájaros carpinteros de los amarillos y rojos. Cuéntame qué es un lunes y para qué sirve.

martes, 24 de enero de 2017

Incompleta

No podría decir que tengo frío... tengo solo un poco... de hecho, es un frío agradable, es un frío perfecto. 

Estoy rodeada de nudos, y sin embargo, no me siento enredada... Nudos que un leve cansancio ha ido creando, pero que sé que tras un leve descanso, se habrán ido. Nudos en mi mente, en mi espalda y en mi corazón... Nudos que voy deshaciendo con unas cuantas respiraciones conscientes, unos cuantos movimientos de hombros, un vaso de agua y una certeza: ¡todo está y estará bien! Es un día feliz... 

No sabría decir en qué se diferencia hoy de ayer, o de hace dos días... La sonrisa se dibujó sola desde esta mañana. Hoy fue fácil despertar, pocas veces disfruté tanto mi avena con arándanos y mis huevos enteros. Pocas veces disfruté tanto las calles, las voces, la música, las historias que esconde cada voz que me saluda, las posibilidades del curso que compré, del libro que presté. Es una sensación casi insoportable de bienestar... 

Tengo un poco de hambre que me recuerda que soy humana y estoy viviendo. He tomado poco café, he comido uvas, nueces y té... Siento una pequeña ensoñación y sin embargo, me siento completamente despierta. Nada está terminado. Ninguna canción, ningún proyecto o plan... Como yo, aquí estoy, incompleta y en la lucha constante por llenarme de sentido. 

lunes, 23 de enero de 2017

Aire

A veces no importa lo que escribo. Solo importa porque me conecta. Me trae a este momento, y en ese sentido, no importa que haya escrito lo mismo miles de veces. Sigue siendo igual de importante, sigue siendo ese salvavidas que no me deja hundir en dudas. Es el empujón que necesito para salir de la cueva y enfrentar el mundo. Es la lucidez que necesita mi mente todo el tiempo. 

Me pregunto si todas las personas viven llenas de dudas... ¡así como yo! Imagino que sí cuando escucho canciones, cuando escucho conversaciones, cuando veo películas que me hacen sentir acompañada, que me recuerdan que las dudas, gústenme o no, harán parte de mi vida siempre. No me canso de agradecer a la posibilidad de escribir... es un pequeño oasis, una bocanada de aire puro.