lunes, 30 de junio de 2014

Siguen siendo las 6

Son las 6. Sus párpados pesan tanto como sus piernas, la lluvia no para de caer.  Me detuve un instante ante ella. Dicen que nunca me detengo; lo hago a veces, con relativa frecuencia; como en este momento. Dicen que no me importa nadie;  hay humanos a los que tengo algo de afecto, a ella me gustaría hablarle y quedarme ahí un poco más; pero soy un devenir, soy un viajero... Estoy conteniendo la respiración para poderla mirar mientras sueña.

No hay nada que me guste más que verla dormir, ella no se da cuenta que me detengo... Mira su reloj, cierra sus ojos y vuela entre edificios, salva un lobo herido y llega a su concierto, canta sus canciones en un teatro que flota entre nubes.  Yo quiero que siga soñando, pero ella quiere despertar, empieza a sentirse ahogada, hay una inundación en la ciudad de los sueños... Podría atraparla allí para siempre pero no lo hago, es muy bella y yo soy el tiempo... debo continuar. Abre los ojos, siguen siendo las 6.

martes, 17 de junio de 2014

La casita de café


En la casita de café, jugamos a ser grandes, creamos esculturas, escenarios, ciudades y personajes... nos vestimos de gala para la foto en los cafetales... esa que nadie puede ver. Tenemos prohibido que alguien nos delate... Crecemos viviendo entre las montañas, los libros son las ventanas de este paisaje, los árboles los asientos,  la comida viene de la tierra y el café de los cafetales.

Soñamos con salir a buscar la vida, esas ciudades fantásticas y desconocidas. Tocamos la guitarra y cantamos con alegría... aprendiendo a disfrutar de la noche fría sobre la hierba, escuchamos cada historia y todo es válido en nuestra mente... no sabemos de prejuicios, no sabemos de orgullo, no tenemos que saberlo todo, todo está por descubrirse, todo está por aprenderse... nos preguntamos constantemente: ¿Qué es eso de vivir? ¿Cuándo empezará la vida?

Y volamos y viajamos, nos volvemos citadinas... y estudiamos y enseñamos, nos adherimos a ciertas ideologías... los grados, el trabajo, el ocio, las vacaciones, los viajes, los amigos... otras ciudades, otros países, otras verdades, otros matices... nos engañan y engañamos, hacemos cosas buenas y malas... nos arrepentimos y nos perdonamos... y siempre nos preguntamos: ¿Qué es eso de vivir? ¿Cuándo empezará la vida?

Es allí cuando los años se reducen notablemente y contamos navidades como antes contábamos los puentes. Tanto tiempo que pasamos olvidadas por nosotras mismas, en la balsa sin navegar, sin mirar el cielo, sin mirar el agua, así se va la vida mientras vagamos por nuestro mundo. Este río a veces crece, otras veces está en paz... otras balsas pasan cerca; a veces volteamos y cruzamos la mirada con otras almas... pero todas siguen su rumbo.


Ese río lleva de vuelta, a jugar a hacernos pequeñas, a jugar a ser como antes, a respirar las montañas, a mirar por las ventanas de la literatura, del ayer y del mañana, a revisar nuestras verdades, a comer lo que crece en aquella tierra y a tomar café de esos cafetales... ¿Qué es eso de vivir? ... aprender y volver.
La vida empieza y termina en una casita de café.



domingo, 15 de junio de 2014

EL MAESTRO


Merlín: Es el último huevo de dragón eléctrico...

Ágata: Pero es sólo un huevo, además está perdido, tal vez nunca lo encontremos, además ¿Cómo sabemos que existe?

Merlín: Mi pequeña Ágata, hubo una época en la que ellos gobernaban la tierra, volaban sobre los cielos... desarrollaron una gran energía que se siente en toda la tierra.

Ágata: Abue Merlín ¿Tú lo sientes?

Merlín: Sí pequeña, sé que él está luchando por crecer dentro del huevo, apenas es pequeño, aún no sabe lo fuerte que será...

Ágata: Abue Merlín; pero ellos eran malos, he escuchado que eran monstruos, ¿Para qué queremos que existan?... Tal vez quemen nuestra casa, o hasta nos quemen a nosotros

Merlín: Son un misterio que queremos conservar... Ellos vienen de otra dimensión del universo... Además, no son malos, son guardianes, son guías... Tienen un gran poder y cuando están jóvenes no saben controlarlo... a veces pueden hacer daño, pero están destinados a ser nuestros maestros; es por eso que deben conocer la maldad y la bondad... Deben ser libres, aprender a conocer sus límites...

Ágata: ¿Nuestros maestros?

Merlín: Sí, ellos nos enseñarán a construir nuestras alas, ya verás como crearás unas para ti.

Ágata: ¿De verdad?... entonces, busquemos ese huevo.

Merlín: Debemos caminar hacia el río grande del norte.

Ágata: Pero tú me dijiste que estaba a varios años... es muy lejos

Merlín: Dime qué tanto quieres esas alas...

cinco años después...

Ágata: Abue Merlín, ¿Dónde están las plumas y el alambre y no sé... las cosas para construir las alas?

Merlín: No necesitas esas cosas.

Ágata: Pero... ¿Cómo voy a construir sin herramientas?

Merlín: Con la mente mi pequeña... 
... Está cerca, todo debe estar listo, debes observar y aprender. Primero construirás las alas, debes hacerlo tú misma. Luego aprenderás a usarlas.

Ágata: Pero yo no sé construir unas alas...

Merlín: Observa...

El río se estremece y crea olas como nunca antes se habían visto allí, el suelo tiembla como si fuera a quebrarse la tierra, se escucha un rugido ensordecedor, el cielo se enciende con el fuego más inmenso que se había visto en 10.000 años... El dragón está volando sobre ellos. Merlín aplaude y Ágata observa con asombro un espectáculo en el que en realidad no creía hasta ese instante.


Ágata: Abue, abue Merlín ¿Qué hacemos? ¿Cómo hacemos para que baje a enseñarnos?

Merlín: Nada, observa.

Ágata: Pero quiero construir mis alas, quiero crear los planos, cocer las plumas, pegar el alambre... Quiero que sean muy grandes y negras como mi pelo con destellos brillantes... ¡¡¡Empecemos!!!

Merlín: Ya lo hicimos, tu labor de hoy es observar.

Ágata: Pero tú dijiste que el dragón nos iba a enseñar... tú me lo prometiste.

Merlín: ... y lo está haciendo. Mañana volverá a pasar y tú debes seguir observando; luego construirás las alas y luego lo perseguirás, volarás como él. Eso es un verdadero maestro, nos inspira, nos hace desear volar más alto, ser así de fuertes y libres.

Ágata: Pero yo pensé que iba a enseñarme como tú lo haces... trigonometría, la mecánica del movimiento... yo quiero que mis alas queden perfectas.

Merlín: Creí que querías que tus alas volaran muy alto... Observarás durante un mes.

Ágata: Está bien... 

Ágata piensa que está perdiendo el tiempo pero decide obedecer a Merlín... se pasan días enteros viendo volar a aquel imponente dragón, más de una vez han terminado en el río por la corriente que provocan esas enormes alas. Pasarían dos años antes de que las alas estuvieran listas y otros dos años antes de que Ágata empezara a volar. 

Ella fue volviéndose cada vez más intrépida, empezó a correr y lanzarse al río desde lo alto, hasta que un día saltó de una distancia en la que cualquier humano habría muerto... Su cuerpo se veía caer y caer, ella misma miraba el suelo acercarse... pero no tenía miedo... lo entendió...

Era un hada y de sus brazos surgieron aquellas enormes alas negros como su pelo y llenas de destellos. 

Ágata se elevo, aterrizó torpemente y fue en busca de Merlín.

Ágata: Abue Merlín...

Merlín: Mi pequeña, es hora de que vueles tan alto como te sea posible porque ahora tú eres la maestra.








viernes, 13 de junio de 2014

Un hombre sin rostro

Sé que no van a creerme, pero hay un hombre sin rostro que a veces me visita... hacía más de dos años que no lo veía, no recordaba que era real. Aquella gigantesca capa negra parece sostenerse sola y dejar un agujero donde debería haber un rostro, tiene grandes alas blancas de ángel y debe medir casi tres metros.

No puedo resistirme a él. Es decir; no me agrada, no quiero tenerlo cerca, siento que roba un pedazo de mi alma... él nunca me lleva con él a la fuerza, pero no puedo evitar seguirlo, él viene y se para frente a mi y yo simplemente camino hacia él, entro en esa gran capa negra y siento un placer incompleto, insaciable, dañino y doloroso, siento como muero lentamente... sé que puedo pararlo pero no entiendo porqué no lo hago.



jueves, 12 de junio de 2014

La revolución es personal


No está en rechazar las reglas,
o levantarse a deshoras
o hablar mal del sistema

no está en el color del pelo
ni en pensar que un tono fuerte
es igual a más argumentos

no está en ponerse máscaras
de películas famosas
ni en volver todo sátira

no está en la ortografía
ni en creerse muy culto
por la moda de la cicla

no está en ir de marcha en marcha
y esperar que llegue el cambio
por acciones de alguien más

está en ser consecuente
con uno y no con la moda
seguir las reglas que funcionan

para lograr una meta
hay cadenas y hay valores
y en silencio las acciones

pararse al frente y ser uno
cuando ese uno no encaja
entre amigos, en la casa

ser correcto entre rebeldes
ser una dama entre hippies
o anticuada entre maniquíes

usar bien las herramientas
si me sirven para algo
no porque lo dice el mercado

ser libre para soñar
sin temor a ser el raro
sin temor a ser normal,
la revolución es personal









miércoles, 4 de junio de 2014

Constructora

A veces me siento torpe, torpe con cada ladrillo que voy poniendo; con el cansancio los pongo en el lugar equivocado o los pongo al revés... la lucidez no siempre está presente cuando de construir se trata... a veces esos ladrillos mal puestos funcionan por un tiempo, a veces se derrumban y debo volver a empezar. Casi siempre debo volver a empezar. He aprendido a dejar atrás y seguir, sin nostalgia por el castillo derrumbado y con emoción por el que tengo en mente. Así inicia de nuevo el ciclo: me siento más segura, más fuerte, más clara y siento que esta vez lo haré perfecto, cada ladrillo puesto donde tiene que estar. 

Esta vez lo haré despacito, con paciencia, con la razón y no con la emoción... y así construyo nuevamente, a las 4 am empieza el proceso, construyo durante muchas mañanas, el tiempo pasa y no me doy cuenta, el teléfono suena y no atiendo, el teléfono se descarga y pasa meses así, al atardecer estoy demasiado cansada... hay momentos en los que sólo llego a mi cama,  no recuerdo cómo, luego duermo hasta la madrugada y continúo construyendo.

Y aquel día llega. Al principio me siento conmovida por haber hecho un castillo en donde cada ladrillo es tan perfecto, creo que todo está donde tiene que estar y me siento orgullosa de mi trabajo. Es cuando me mudo a mi nuevo hogar; allí vivo... Pasan los meses, mi nuevo hogar es hermoso, es todo lo que había soñado, es grande, imponente, con un gran salón para el piano, con una gran habitación, con un gran salón de entrenamiento lleno de espejos, con pasadizos secretos que me llevan al mar, con balcones, con una gran chimenea, con caminos de flores rojas, con grandes árboles; sólo recuerdo haber puesto los ladrillos...  

Todo está en su lugar, no falta nada... no recuerdo cuándo te fuiste, no recuerdo porqué, siempre has estado a mi lado y de repente no estás, siempre me servías una taza de café en la madrugada y... eras tú, tú me llevabas a la cama al atardecer, tú sembraste las flores, tú pusiste el fuego, tú pusiste...  vida a mi hogar y yo no noté que estabas allí, sólo quería que los ladrillos quedaran perfectos y ahora simplemente te has ido... mi castillo es hermoso, pero lo cambiaría por tus brazos. 



lunes, 2 de junio de 2014

Contradicciones

Soy nostalgia, soy mañana
Soy mujer, soy animal.
Soy sedienta, soy agua.
Soy dama, soy visceral
Soy ausente, soy amante
Soy sueños, soy real
Soy sola, soy grande
Soy canciones, soy callada