martes, 28 de junio de 2016

Ídolos...

A veces hay que matar los ídolos (en la mente)... a veces los llevas en la mente y en el corazón y empiezan a pesar, te hacen más difícil caminar, se imponen ante tu criterio... Ahí es cuando hay que dejarlos ir. Llega el momento de poner mi criterio sobre la idea que tengo del criterio de mis ídolos. 

Necesitamos los ídolos, nos inspiran, nos muestran un camino y nos ayudan a llegar a ciertos lugares... Pero nuestro camino es único y a veces se desvía del de ellos... y ahí es cuando deben morir en nuestra mente como guías, como maestros. 

Noté que mucho del miedo que me frenaba a hacer ciertas cosas que quiero hacer es que van contra los valores, ideales o formas de vida de personajes a los que sigo... esos mismos ideales que me empujaron en cierto momento de mi vida... y me pregunto -¿Qué pensaría él de lo que estoy cantando? ¿de lo que estoy escribiendo? ¿de lo que estoy pensando? ¿de mis sueños? - ¡Creo que no le gustarían...! Pero y ¿Qué pienso yo?  Para mí es importante... - 

Si no noto en mis meditaciones este diálogo interno, tal vez cada decisión se haría más difícil, una batalla por dentro, llena de miedos y dudas... Pero al hacerlo consciente y tomar la decisión de matar a mi ídolo (en mi mente), todo de repente se hizo más fácil, más claro. Solté el peso de complacer a un imaginario que sin duda me ayudó a caminar, pero que hoy cargaba como un peso innecesario. 

Cuestión de género

Cuando era niña, mis amigas no fueron exactamente amables conmigo, ¡nunca! Hubo episodios más dramáticos que otros, pero odié tanto la relación entre las mujeres, o por lo menos, la que me tocó vivir, que nunca fui capaz de tener una relación cercana con otra mujer... En el mundo que una niña agranda en su mente, "me traicionaron" "me ponían trabas en todo lo que podían" "hacían todo para que me sintiera mal" ... y se llamaban mis mejores amigas... 

Crecí y tal vez de forma inconsciente, los hombres me generan más confianza, no me siento juzgada y no tengo temor de que un amigo desee en secreto que todo me salga mal. 

No creo que sea una cuestión de género, es sólo una experiencia en una etapa de mi vida que hace que mis percepciones estén bajo ese lente y entenderlo me ayuda a tener cuidado con mis juicios, a ser un poco más objetiva. Somos seres humanos y creo que eso nos hace iguales en esencia y únicos como individuos. Tal vez las experiencias de vida en una sociedad con tantos prejuicios cree diferencias entre los hombres y las mujeres... 

Aplaudo y agradezco a todas las mujeres de tantas generaciones que han hecho posible una sociedad distinta... porque, me gusta esta sociedad en la que una mujer puede pensar como quiera... Si me preguntan, creo que hay violencia, hay gente mala, hay injusticias, pero es un momento histórico increíble para ser mujer (por lo menos en la sociedad occidental).


sábado, 25 de junio de 2016

Las mañanas con su magia

Las mañanas son mágicas... siempre me lo he dicho a mí misma, porque siempre lo he sentido. Tal vez por eso las mañanas tienen un extraño poder en mí. Tienen un sabor infinito... ¡A lo que uno quiera! Las decisiones son más fáciles, el mundo parece tranquilo y feliz... y el mundo interno se contagia. Decidí que es un día para escuchar, más que para hablar. Es un día para respirar profundo sin ninguna expectativa. Es un día para sentarme frente al piano y escuchar, escucharlo y escucharme. 

viernes, 24 de junio de 2016

Explotar... esconderse

¿Qué es esa avalancha de emociones y cambios que se apoderan de mí? No logro estar tranquila... A veces estoy eufórica y saltando de la emoción, a veces estoy ansiosa y con el corazón a mil, a veces soy una bebé asustada... ¿Desde cuándo soy incapaz de controlar las ganas de explotar?... no sé cómo, no sé porqué... ¡Sólo quiero estallar! ... y media hora después siento como si el mundo fuera mío... una fuerza que me mueve, casi sobrenatural... 

Una persona que hable conmigo un día y luego hable conmigo el día siguiente, podría pensar que soy dos personas... ¡y así se siente! Una de ellas posee esa seguridad que algunos confunden con arrogancia; va por ahí sintiendo que es imparable... Y otra se siente vulnerable, quiere escapar de todas las miradas, quiere estar escondida debajo de las cobijas por días, quiere salir de la mente del mundo, de la mente de cualquier persona... 
  
Hace mucho tiempo no lloro... no le tengo miedo a llorar, no le huyo... de hecho, solía llorar por todo, sólo porque me conmovía... y es como si las lágrimas se hubieran llevado mi capacidad para encontrar un equilibro, de encontrar cierta paz en mis emociones... 

No es que quiera llorar... Es sólo que recordé que hace tiempo no lo hago... y que tal vez mi mente lo extrañe... No sé qué estoy escribiendo. Sé que necesito hacerlo para mantener una cordura mínima, si es que hoy es posible tal cosa para mí. Es mi día más caótico, ¡por mucho! ... No, no... ¡un momento! ya miré el calendario... "final de la semana 3"... Estoy intoxicada con hormonas... y estas palabras son efectos secundarios... Mañana me sentiré muy diferente... 



La mente es complicada, ¡cuánto odio no tener ningún control sobre ella! pero mañana escribiré algo como "dejar ir, dejar fluir... ser libre"... He aprendido a no tomar mis emociones muy en serio... ltrato de hacerlo cuando mi mente, inundada de pasado y de futuro, no se apodera de mí... 

martes, 21 de junio de 2016

Extrañar...

Hace frío, de ese que no trae consigo fuego en un cálido refugio...
Hace frío, de ese que inmoviliza los sonidos en mi garganta...

¡Te extraño!

Voy corriendo en un círculo del que quizás en el fondo, no quiero salir,
porque quizás en el fondo, quiero seguir extrañándote

Sé que es estúpido pensar que estas palabras tienen algún tipo de sentido...
No lo tienen, y lo sé, y sin embargo,  las escribo

Sé que es estúpido extrañarte... ¡Te extraño!

¿Será que eres el frío que estoy sintiendo?
¿Será que no me extrañas y por eso no encuentro el fuego?

Me gustaría hablar con tus sueños y preguntarles si me han visto pasar,
me gustaría saber si he sembrado un sueño en tu corazón

No sé navegar sin un faro,
necesito la decisión de buscarte al otro lado del mundo,
o de sacar la sensación de tu piel de la memoria de mis manos,
si hoy no he pasado por tu mente.

Rarezas...

En un mundo que vive en al superficie, cavar...
En un mundo que no bebe agua, ir al nacimiento y saciar la sed...

Yo creo en ser particular,
yo creo en andar orgulloso de lo que me hace diferente,
yo creo además, en compartir con quienes, como yo, necesitan descansar de lo común, en las rarezas
yo creo además que las rarezas son lo único que vale la pena compartir, porque es lo único nuevo que podemos compartir con el mundo
yo creo además que las rarezas se expresan en los sueños más intensos y profundos.

domingo, 19 de junio de 2016

¡Debe existir una mirada que contenga el mundo!

Últimamente he pasado mucho tiempo sola. La mayoría de las veces me siento bien, me encuentro conectada, tranquila y feliz. A veces, no. A veces, me siento inconforme... No es suficiente; hay algo que no estoy haciendo bien. ¡Qué ganas de salir corriendo de acá! ¡Qué ganas de que todo fuera diferente!... Ni siquiera sé de qué forma, sólo diferente...

¿No nos sentimos todos así? siempre inconformes... Yo vivo constantemente en esa dicotomía. Un día adoro las pequeñas cosas de la vida. El aire que llega a mis pulmones y que me mantiene con vida, el corazón latiendo más fuerte o más lento, el café, el agua caliente recorriendo mi cuerpo, ese acorde, esa nota, esas palabras... Pero a veces no es suficiente. A veces quiero nuevas sensaciones, nuevos horizontes... A veces tengo la sensación de que hay algo más de lo que me estoy perdiendo y esa idea no me gusta... ¡No quiero perderme de nada! ¡La vida es tan corta!

A veces la música es el romance eterno que me hace sentir que vale la pena dedicar la vida a algo, elegir... La música me enseña a amar... Siempre he deseado a alguien así... Alguien que te haga saber que no es necesario nada más; una mirada que te diga sin palabras "no te pierdes de nada" "todo está en este instante en el que nos acercamos para darnos un beso" 

¡Debe existir una mirada que contenga el mundo!

jueves, 16 de junio de 2016

El mar

Estoy imaginando el mar... ¡Extraño el mar! Su idea: "todo alrededor está allí sólo para hacerte feliz", la vida como lo único que vale la pena. Dulce y reconfortante sabor a mango mientras camino descalza por la arena, suave brisa y horizonte infinito que me reconcilia con la idea de soñar. 

Estoy imaginando el mar mientras escucho ruidos de gente pasando, gente trabajando, sobreviviendo... Y yo sólo quiero imaginar el mar. Él aparece en la imagen, pero hoy sólo quiero pensar en el mar... Lo siento hombre de mis sueños, hoy mis pensamientos son para mí...

Si estuviera en el mar nadaría sin parar un buen rato. Pensaría en llenarme de infinito para volver a la ciudad y no tenerle miedo a nada porque el infinito no teme. 

Cuando imagino al mar capturo algunos trozos para mí, por eso me gusta pensar en las olas, en su canto imparable y apacible, en su contundencia. Intento siempre llevar un pedazo de mar conmigo, el mar y su idea de vida, la idea: "todo alrededor está allí para hacerte feliz". 

Es lo que el mar me susurra cada que lo visito, por eso, extraño el mar... siempre llevo conmigo sus palabras.

martes, 14 de junio de 2016

Retos...

Acabo de escribir y borrar un reto que estoy pensando en ponerme a mí misma, porque no estoy segura de que tenga sentido. Me gusta aprender cosas... Me gusta mucho... Nunca he sido muy talentosa en nada realmente. No digo que no haga nada bien, sino que no he sobresalido por tener un súper talento fuera de lo común... 

Hago parte de aquellos a los que nos toca estudiar y trabajar mucho para adquirir alguna habilidad en cada cosa que hago. Afortunadamente, es de las cosas que más disfruto de la vida, a veces pienso que más de lo que debería. Debería ser un poco más práctica... Sin embargo siento que poco a poco he ido reconciliando ambas cosas con algo tan simple y obvio como aprender cosas prácticas... 

Por eso no sé si mi reto sea una forma de ponerme trabas a mí misma... o tal vez no sea el momento de hacerlo oficial. 

Me siento con mucha energía y creo que el verdadero reto es canalizarla, usarla bien para caminar en la dirección que me lleve a donde quiero llegar...


lunes, 13 de junio de 2016

Escenas imaginarias

Mis ojos se están cerrando. Siento hierba fresca en mis hombros y un viento suave que empieza a ser frío en mi cara. Olor a verde, aún hay sabor a chocolate en mi boca. El sonido de los grillos, los sapos, las hojas sacudidas por el aire... su mano se desliza. 

No logro descifrar qué quiero que él diga en este cuadro imaginario. Tal vez quiero que no diga nada con palabras... Estamos entonces en silencio en una noche sin luna, en la cima de una montaña...

A veces en mi mente hay escenas mezcladas: el ayer, el mañana y este momento... A veces viajo a una escena imaginaria como la anterior, cuando, como hoy, descubro que hay un loop de un pensamiento. Eso que dije, eso que dijo alguien, eso que me preocupa, eso que tengo que hacer... 

Entonces leo sobre una chica que atraviesa Rusia para estar con su amigo que ha sido desterrado de San Petersburgo; o cierro los ojos y me recuesto sobre el pasto en compañía de alguien que aún no he conocido. 

Todo para detener el loop, para darle next a aquel pensamiento que acapara mi presente. Nada peor que mi mente aburrida de la misma frase que sé que es inútil, de la misma idea sin posibilidades de crecer...

 Las escenas imaginarias son mis puentes al ahora. Me hacen sentir mejor, sonrío y regreso a casa.

domingo, 12 de junio de 2016

Las dudas, el miedo...

La nube de la duda es amarilla, le pregunté porqué y me dijo "las dudas somos posibilidades... luz". 

Ella, la nube,  se convirtió en una especie de agujero de gusano que me absorbió y me llevó a un universo donde lo que estoy planeando es real... Me llevó a un futuro próximo... 

Pero en el viaje, había agujeros que eran negros, dentro del amarillo; eran nubes de miedo, lo supe al instante. Esos miedos varias veces trataron de sacarme del camino amarillo y tuve que luchar para seguir en él. Llegué al futuro. 

Allí estaba en esa situación que espero suceda si sigo el camino que estoy construyendo.

Noté que nada había cambiado, pero todo había cambiado. No me sentía más feliz, no me sentía más tranquila. Me sentía como ahora... Era sólo otra parte del camino... y habían más nubes amarillas; es decir, también tendré dudas cuando el proyecto sea una realidad... 

Me fui por otra de esas nubes amarillas mientras pensaba: Nunca voy a ser más feliz de lo que soy en este momento... ¡No hay un tope! La recompensa es el camino, ¡siempre! Por eso, lo mejor será escoger el camino que más me guste... La meta es sólo un horizonte para caminar... 

 Mientras viajaba por esta nueva nube amarilla,  decidí dejarme llevar por el miedo; dejé que uno de los agujeros negros me absorbiera... 

Llegué a un parque. Una escena puesta en medio del universo, con dos bancas, una frente a la otra. Yo estaba sentada en una y frente a mí, él, el miedo... 

Primero era humo negro... Me afectó, pero no tanto como esperaba. De repente se convirtió en un chico pelirrojo y barbado. Me dio esa impresión de "un chico tonto", ¿Por qué el miedo no es aterrador, sino un ser tonto? 

Sonó mi alarma... Mi momento de meditación había terminado y aprendí tres cosas: 

1. Todas las dudas que tengo sobre mi nuevo proyecto son posibilidades.
2. Cuando logre hacerlo real, no habrá una recompensa adicional, la felicidad es hoy, no viene con el logro... 
3. El miedo no es un ser malo, es un ser tonto...


"Un crush"

Hay un anhelo que no sé expresar en palabras. Suena a cabaret, suena a blues, suena a tango, suena a voces llenas de emoción; suena a trombón, a piano y a bandoneon. Sabe a vino, sabe a un café espresso, sabe a beso, sabe a mañana... 

Ese anhelo canta en mi estómago; me envuelve; me acelera el corazón; me mueve todos los días; me abofetea en la cara cuando no estoy a su altura, pero también me canta cancioncitas de cuna y me toca sinfonías al oído. Me arrulla y me recuerda mis sueños. 

Ese anhelo no se va. No importa lo que haga;  no importa lo que diga; no importa lo que sienta; no importa que decida darle la espalda... ¡No se va! Me invita a bailar; se me aparece en sueños; se me aparece a mitad del día, cuando intento ser grande y voy a una entrevista de trabajo. 

Es como tener "un crush"... de esos que intentas evitar para no salir lastimado. Pero que cuando se te aparece y te dice: "dame un beso", no quieres que se vaya nunca. ¡Qué dulce es dejarse llevar! Olvidar que hay que "crecer" y buscar trabajo. ¡Qué dulce ese crush pasional que tenemos con los sueños! 

viernes, 10 de junio de 2016

Nubes

Esta semana pasó más rápido de lo que hubiera querido... Esta semana tenía una lista de cosas por hacer y si acaso he llegado a la mitad. 

Los pájaros cantan distinto hoy, o mejor dicho, últimamente... Pasa que comparo lo que cantan con lo que un día escuché y escribí. Pasa que como es la única melodía que escribí de los pájaros, es lo que busco. ¿Así será con todo? Veo espejos y reflejos de lo poco que sé en todas partes, para afirmarlo. 

Llevo dos tomos y medio de "El maestro de armas" de Alejandro Dumas y aún no he entendido porqué se llama "El maestro de armas". El narrador es el personaje principal, pero no es más que el espectador de otras historias. Lleva dos tomos y medio sin tener un papel activo. Obviamente espero un desenlace en el que él cambie el rumbo de la historia... y presiento que no va a pasar... Y odio al autor profundamente, ¡El maestro de armas no ha dada una sola lección en lo que lleva la historia!

Lo que escribo hoy es como mi mente en este momento, difusa, llena de pensamientos dispersos, llena de nubes. 

Estoy escribiendo una meditación que surgió como se imaginarán, en un momento de meditación. Sobre las nubes y las emociones. Imagino que cada emoción o sensación es una nube y observo la forma, el color, cómo se mueve o cambia. Imagino que mi respiración es el viento. Cuando controlo la respiración, controlo el viento y hago que las nubes vayan cambiando de forma a mi antojo... Poco a poco convierto las emociones que no me gustan en otras más positivas o útiles en ese momento. Es una buena imagen para un día como hoy en el que estoy divagando entre ideas entrecortadas.

jueves, 9 de junio de 2016

Tierra - Taeguk pal yang

Estoy cerrando algunos ciclos... Este momento es extraño y emocionante. Hora de regresar a lo que soy, a lo que he construido, a lo que he conquistado. Es el momento para celebrar los intentos, los fracasos y los aciertos... Es también hora de volver a empezar. Y como la vida son tantas cosas a la vez, unos ciclos se cierran, otros se abren y otros están en la mitad... 

Pero hoy quiero hablar de los  ciclos que se cierran y nos hacen un poco más grandes. 

Hoy mientras tomaba una pequeña siesta pensaba en la última fórmula de los cinturones de colores de taekwondo, Taeguk Pal Yank: "Tierra"... Tiene mucho sentido para mí que la tierra simbolice el final de un ciclo y el inicio de otro. ¡Uno ha conquistado una nueva habilidad! Ser una pequeña "Napoleona" ¡Qué bonito es eso!

Cada que uno quiere aprender algo nuevo debe emprender un viaje que estará lleno de tropiezos. La emoción de aprender es seguida por el tedio y la frustración de sentir que no avanzamos. La prueba de fuego es continuar a pesar de las dudas, a pesar de sentirnos incompetentes, luego nos volvemos a emocionar, luego nos sentimos incompetentes otra vez... y así, durante mucho tiempo... Pero la constancia siempre cumple su promesa y construye en silencio. ¡Una nueva ciudad en la cual perderse! Una ciudad cuya conquista no fue fácil. 

Ese movimiento difícil de la sonata de Beethoven suena bonito, ya no me cuesta trabajo, ya me puedo perder allí, ya no hay notas, ya no importa que el do5 del compás 20 sea con el dedo 3... Ya es como un delicioso suspiro, esa pose de yoga que tanto trabajo me costó de repente es un instante para descansar... Y llegará el momento en el que hable Francés fluido (... no hoy, ni mañana, ni en un mes...), ¡pero llegará porque me lo propuse y tengo a mis soldaditos trabajando en ello!... 

Tierra... ¡Quiero conquistar muchos otros territorios!