jueves, 31 de octubre de 2019

¿Por qué?

No tengo nada que decir. No ha pasado nada. No me siento particularmente triste, ni alegre, ni optimista, ni pesimista, ni nada... Estoy como normal, es un día más bien aburrido, pero no es una "mierda de día". Hay más ruido del que me gusta, la gente ve televisión y escucha radio 1. La gente se pone ruidosa en esta época, normalmente yo me quiero esconder debajo de la tierra, hoy estoy más bien indiferente. En lo mío. Llenando algunos formatos, con un e-mail pendiente por responder, al que me acabo de dar cuenta que le he estado un poco corriendo...

La mayoría de las cosas traen su dosis de aburrimiento, y es que es de las cosas más difíciles de superar sin abandonarse. Los retos que parecen imposibles son emocionantes, lo que da miedo es excitante, y la adrenalina es una fuerza muy poderosa que te impulsa como un cohete. Pero la rutina, wow, eso sí que es difícil...Y aún así la elegimos... ¿Por qué? 

miércoles, 30 de octubre de 2019

Al otro lado

Estoy de reconciliación con mi mente, con mis canciones, con mis procesos, con mis errores. A ellos, los abrazo, los admiro, ¡qué valiente chiquilla eh!
Muchas de las nuevas entradas están privadas, porque he necesitado un espacio para mí, sin compartirme. Pensando cosas tan extrañas y pasajeras, que no quiero que nadie me asocie con ellas, no me representan, son búsquedas, son dinamita para abrir camino...
Me he compartido de otras maneras. He abierto los brazos y los ojos al cantar. He cantado desde el amor, y ya no desde el ego o el miedo al qué dirán (que son lo mismo).
He cavado hasta profundidades que no conocía de mí. En soledad, en silencio.