miércoles, 28 de octubre de 2015

Soledad

Estamos solos... completamente solos. Nadie está obligado a respaldarte, ayudarte, apoyarte, quererte, comprometerse contigo... Cada uno está en su camino, con sus metas, ansiedades, retos y problemas. Pero eso está bien, entenderlo es estar en paz. Es valorar inmensamente cuando hay personas que tienen gestos temporales de acompañarte, no tienen porqué hacerlo y les nace, eso es bonito... Es también dar sin esperar que la otra persona te lo devuelva, sólo dar porque en ese momento es natural para uno. Sólo cuando entiendo que estoy sola, soy feliz... No existe la ansiedad porque alguien no esté allí resolviendo mis problemas o acompañando un momento particular. Entiendo que no es responsabilidad de nadie hacerlo... y continúo, tranquila, con el corazón en paz, fortalecido y abierto, sin miedo, sin expectativas, haciendo lo que mejor sabe hacer ¡amando la vida! y empujándome hacia el próximo reto... 

martes, 6 de octubre de 2015

Viaje... escrito sin ordenar y sin editar

Fui al bosque, bajé por el árbol y hablé con él... No me respondió absolutamente nada, como si no le importara, como si no tuviera nada que ver con él o conmigo... nada específico, nada de: "debes hacer esto o aquello"... sólo aparecí en diferentes vestidos, uno era rosa claro, no me gustó... y de repente era mucho más robusta, luego el vestido cambió, era del mismo color pero con menos telas, una túnica rosa, un poco menos fea y ahí estaba yo, ahora en los huesos, mucho, mucho más delgada... no me gusté en absoluto... luego me dijo: debes entender que eres de la única forma que se puede ser... o algo así... no me lo dijo con palabras, pero sé que eso fue lo que dijo en su manera extraña... que sólo sintiéndome cómoda, absolutamente cómoda y sin dudas, podría seguir tranquila... le pregunté si eso solucionaría todo y me dijo que no, creo que se reía de mí, como si fuera obvio que era algo que no cambiaría absolutamente nada... 

Esta vez tuve que bajar mucho más para encontrarlo, tal vez había mucho ruido o tal vez he estado muy arriba, muy inmersa en la superficie, el caso es que la escalera parecía interminable y yo seguía bajando y bajando... pasé por agua, de hecho sentí que crucé varias lagunas antes de llegar a la mesa donde él me esperaba... de hecho, creo que nunca me espera y siempre me espera... es extraño... Ahí estaba él, sentado, tranquilo, como siempre, tomaba algo, creo que siempre toma agua... me ofreció pero dije que no...  luego me dijo que dejara ir... que tenía cargas inútiles, que porqué las cargaba... me quitó algunas (como sombras) y las arrojó de mí... Fui yo quien decidí pararme porque sentí que se acababa el tiempo y subí a la superficie... escuché el taladro, los carros... volví a la vida terrenal... tal vez más tranquila, tal vez igual, tal vez un poco más ligera... 

lunes, 5 de octubre de 2015

Es un juego...

Es un juego... no hay una cosa más importante que otra... orgullosa de cada lucha, de cada pequeña situación por resolver, de la constancia que se requiere para crear algo, del día a día... Los logros son un resultado que puede o no llegar y que importa pero no... no es un requisito para caminar, ni para vivir, ni para soñar... ¡sangre fría para retos grandes!... el corazón puesto en el proceso, desnudo y vulnerable; sensible y apasionado... el corazón latiendo fuerte todo el camino... Pero ante lo que no controlo, soy fría, es decir, ¡no me interesa lo que no puedo controlar! dejo que se vaya y continúo... 

Cuando logro escuchar la voz que dice todo esto, soy invencible, soy grande, soy capaz de que la vida sea un juego y soy capaz de jugarlo con la desfachatés de alguien sin miedo al fracaso, de alguien que  sabe que el secreto es que tal cosa no existe si lo que disfrutas es el camino, si el corazón está puesto es en el proceso... Es un juego de un niño, no hay nada más serio que un juego de un niño... las reglas son sagradas y nada importa más que ese juego... eso es vivir, esa es la lucha para mí... la lucha es la constancia, la lucha es el presente, la lucha es hoy... 

Como si todo esto fuera poco, hay alguien dispuesto a darme un abrazo cuando estoy feliz y cuando estoy triste... ¡dime quién no es feliz de esta manera!

viernes, 2 de octubre de 2015

Ser linda...

Uno a veces siente que es lo menos sexy que el universo ha creado... de esos días en los que no hay tiempo ni para respirar, aparentemente, porque la verdad es que uno está perdido y no ve las cosas con claridad... pero el caso es que hay días terribles en los que uno se siente lo menos bonito que uno se puede sentir... nada encaja... es una cosa de adentro, de hecho, creo que es una percepción errada, pero no es lo que siento, no es lo que uno siente... 

Esos días pasan, la verdad, no sé cómo...uno siente que es imposible volver a ser linda algún día, es decir, el nivel de "feura" es extremo y yo por ejemplo, trato de recordar lo que es sentirse linda y me parece una cosa de años atrás... 

Por lo general, me gusto, me siento bien con lo que está en el espejo casi todas las mañanas... salvo estos días, claro está... Ahora, hoy, a mis 28 años, es algo gracioso, es algo a lo que no le pongo mucho cuidado; me miro al espejo y digo ¡uy, no es mi día!... pero no siempre fue así... hace algunos años, me quería morir en esos días... ¡qué dramáticas somos a veces! ... y la autoestima se iba por el piso y uno sentía un nivel de inseguridad imposible de superar, uno no podía hacer nada bien bajo esas circunstancias... 

Enfocarse en algo es lo único que puede salvarlo a uno y llevarlo al otro lado, a salir de estos días y volver a sentirse bien... relajarse, dedicarse a crecer en cosas que valen y que perduran, dedicarse a estudiar, dedicarse a leer, dedicarse a pulir esas habilidades que uno tiene y que no tienen nada que ver con verse bien... y claro, no está de más una medio peinadita... en esos días uno no se sentirá una reina de belleza pero está bien, no importa... no es renunciar a ser linda, es aceptar que la vida es más que eso.

jueves, 1 de octubre de 2015

Eternidad

Le he robado 10 minutos a la eternidad... o he hecho 10 minutos eternos... Es la fórmula que he encontrado para nunca morir, es decir, para nunca abandonar los únicos deseos que valen la vida, los deseos del alma. Estos 10 minutos que hago míos varias veces al día los dedico a vivir, a ser yo, a hacer nada si siento que lo necesito, a respirar, a escribir lo que quiera, sin importar lo inútil o sinsentido que parezcan estas palabras... ¡no importa! son mías, las escribo porque quiero...

nunca dejo de maravillarme con la intensidad que toman estos 10 minutos, uno está, uno sabe que acabarán, pero no acaban y uno no sabe cuándo, existe la posibilidad de que sean para siempre, existe la posibilidad de que muera ya en algún momento entre los 10 minutos, existe la posibilidad de que siga escribiendo y la alarma nunca suene... a veces pasa... siento que nunca sonó hasta que lo hace...

digo es mi herramienta porque puedo estar al borde de un colapso nervioso tratando de resolver cosas que parecen importantes... dinero, personas, trabajo, gestiones... uno ser pierde ahí... ruido, cansancio... pero en estos 10 minutos esas cosas se hacen insignificantes, se hacen como un juego divertido que resolveré ahora, cuando acaben mis 10 minutos de aire, de palabras, de mí:  "denme un momento cosas mundanas; estoy hablando con mi alma, las atenderé en 10 minutos"

10 minutos que hacen que uno vea la vida diferente, que me hacen feliz, que me regalan paz, que me hacen eterna, que me aseguran que nunca dejaré de luchar por mis sueños... porque me hacen capaz de sobrellevar cualquier reto sin quebrarme, no prometen nada pero me mantienen sana, me mantienen completa...