sábado, 28 de diciembre de 2013

Palabras recién levantadas

En realidad no sé qué quiero escribir, sólo sé que quiero hacerlo... En momentos como este, sólo dejo que mis dedos se deslicen por el teclado... Tal vez vaya a nadar un poco o tal vez a cambiar uno de los regalos que me queda un poco grande, la verdad es que tengo un poco de "pereza" a los centros comerciales... siento que pierdes todo el día, generan un cansancio muy particular que no sabría describir, con sólo pensar en ello, hace que no quiera ir a cambiar mi conjunto deportivo. 

Pero la verdad este año disfruté inmensamente comprar regalos; gasté gran parte de mi salario consiguiendo cosas que hicieran felices a las personas que quiero... nunca lo hago, no suelo ser muy detallista, no suelo sobre todo gastar mucho tiempo pensando y recorriendo almacenes para conseguir algo. 

A veces cuando me describo estoy describiendo a alguien que ya no está y a veces a alguien que aún no está. En momentos como hoy, no estoy muy segura de si conozco mi personalidad, mis gustos, mis sueños... He ido cambiando y cada vez lo hago más deprisa, a veces cuando alguien me pregunta algo sobre mi, me demoro demasiado en responder o trato de evadir la respuesta lo más que puedo sin parecer demasiado "rara". 

Por esta época la familia se reúne y beben licor, hablan, celebran... Sé que es importante, son escasos e irrepetibles los momentos juntos y por eso soy parte de ello... es extraño porque es en la época en qué menos quiero beber o bailar o comer en exceso y preferiría estar sola y dedicarme a leer y a caminar por el campo... hago acto de presencia y hago "la ninja" apenas tengo la ocasión, todos saben que es así y ya no me ofrecen licor, ni me invitan con tanta insistencia a los remates hasta la madrugada. 

Pero todo eso puede esperar, hoy entrenaré diferente, dejaré que mi cuerpo me hable, hoy no lo obligaré a traspasar ningún límite, no trataré de hacer los movimientos más difíciles... hoy es un día de gratitud hacia la vida y hacia mi cuerpo... haré un poco de yoga, danzaré, tal vez hable con mis amigos los kalis filipinos un rato, tal vez siga escribiendo y termine esa canción que inicié hace meses.

Recién levantada y lagañosa... como mis palabras.





viernes, 27 de diciembre de 2013

Expuesta

Hoy mi escritora se ha revelado, en realidad lo ha hecho desde que inicié un blog público... ¿Qué te crees? ¿Que soy una exposición, que voy a contarte mis secretos para que los dejes por ahí? 

Escribir en un mural a la vista de ese lector desprevenido o interesado... "todo el barro", lo que Julia Calderón llama "las páginas matinales"... ese escribir sin pensar, escribir sin juzgar y sin editar. Aparecen todas las ediciones involuntarias aunque trate de evitarlo, de repente empiezo a pensar en lo que quiero que crean de mí, en lo que no debería dejar salir en palabras y en lo que debería escribir para alimentar esa idea que quiero que alguien tenga sobre Orianna... también me encuentro a mí misma tratando de quitar un poco de la suciedad de esa escritura desprevenida, es decir, no es mi libreta prohibida que nadie puede leer y que guardo bajo llave por más que trate de escribir de la misma manera... 

Ese ego que se niega a que se muestre la verdadera vulnerabilidad que hay tras cada pensamiento se toma desprevenido. Decido entonces hablar un poco sobre alguien más o algo más:

Hoy me conmovió inmensamente una charla de TED sobre ser introvertido, aquella chica hablaba sobre los prejuicios frente a las personas que preferimos hablar suave, leer en soledad, alejarse por momentos de todos... y lo culpables que nos sentimos al tratar desesperadamente de "ser sociables", al dejar nuestras verdaderas necesidades de lado por tener ese "carisma", esa capacidad de trabajar en equipo, de hablar espontáneamente con todos... me conecté de tal manera con su discurso que me llevó a viajar por mis recuerdos:

--la excursión a San Andrés con mis compañeras de colegio... recuerdo que todas eran divertidas, querían bailar y hacer ruido... yo sólo quería nadar, caminar, correr, comer un helado, mirar las estrellas... pero fingía querer hacer parte de la locura, fingía ser una de ellas lo mejor que podía, fingía querer estar con ellas, con maquillaje en la playa y sonrisa coqueta... cuando en realidad sólo quería vagar en soledad, anhelaba y necesitaba esos momentos alejada de todo... pero cuando estás en el colegio no quieres ser "rara", entonces esos momentos los sacaba de madrugada... me levantaba a las 5am cuando todas dormían y salía a correr sin que nadie se enterara, nadaba en el mar, me llenaba de arena y me sentaba a mirar las olas... fueron los mejores momentos de esa semana, los únicos que valen la pena recordarse, que me enseñaron que debía tener el valor de alejarme de todos, que era importante seguir mis instintos, recuerdo fingir estar intoxicada para irme a dormir temprano y así madrugar a la cita más importante de todas: conmigo!!!

--no sé cómo tengo el valor de salir sola desde que era niña...  suelo tomar mi morral, ponerme los tennis y salir... a un parque, a un lugar de la ciudad poco concurrido... últimamente busco que sea seguro pero antes no pensaba en eso. Evito los lugares que sé que visitan muchas personas conocidas, no sé porqué lo hago, supongo que no quiero hablar de qué estoy haciendo o tal vez tenga ese mismo temor que le tengo a este blog: mostrarme en esos momentos en los que no quiero pensar en cómo me veo o en cómo me debo expresar. A veces conozco personas y comparto con ellas como si fuese la persona más sociable (tal vez también lo sea). Alguna vez en Santa Elena conocí un militar de un país africano cuyo nombre he olvidado por completo; recuerdo encontrarme con él varias veces y continuar caminando hasta que empezó a llover y ambos terminamos en la misma tienda, me decía "tú no pareces de acá... en Medellín: "mucho maquillaje.. y loud... ruido, resultó ser una persona muy particular, me contó que era músico, que iba a casarse pronto, que estaba recorriendo Latinoamérica antes de hacerlo... "




jueves, 19 de diciembre de 2013

Heroína

Ágata es mi heroína, es el alterego que siempre sabe que hacer, está llena de sabiduría, sabe volar. Es mi maestra. Es todo lo bueno que tengo maximizado y todo lo malo convertido en algo más, en algo útil e incluso bello. Cuando estoy perdida le pregunto qué debo hacer, ella me abraza, me sana, me canta, me escribe, me hace llorar o reír... dependiendo de lo que sea necesario. A veces las lágrimas son ríos que deben limpiar algún desastre y son muy necesarias, pero a veces la casa se inunda y es necesario dejar de llorar y construir una balsa para seguir hacia otro lugar. Ágata es la que sabe todas esas cosas y muchas más. 
A veces pienso que todos tenemos un alterego... imagino que sí... ¿Cuál es el tuyo?

Tienes lo que se requiere...



Hacen falta las mujeres que guían, que enseñan, que sienten empatía y quieren caminar de la mano de aquellas que pasan por una etapa anterior o por un momento de transición importante en su vida...
En cambio parece existir cuando menos apatía y desinterés hacia las demás hermanas (de sangre o de género); cada una va por su vida sin pensar en las que van a su lado... cada una en su universo con sus problemas, sus dramas, sus sueños, su vida; separada de todos. 

Fui adolescente, estuve confundida, miraba con curiosidad lo que otras mujeres mayores hacían y tuve que descubrir de la mano de libros escritos por otras mujeres lo maravilloso y complejo que es ser mujer. Afortunadamente allí afuera hay un montón de testimonios escritos, espíritus sabios que nos acompañan y nos aconsejan, tuve suerte de encontrarlos... No todas las niñas lo hacen y veo lo solas que a veces se sienten... 

Lo que sobran y que siempre encontramos son aquellas que desean apagar tu luz, que señalan tus errores, que si bien son errores; hay momentos en los que necesitamos señalar los aciertos y continuar llenas de confianza para crecer, motivadas a mejorar porque sentimos que lo merecemos, que somos dignas de todo nuestro esfuerzo. Ellas no lo hacen para que mejores, lo hacen para herir y lo más peligroso es que escuchamos atentas lo que dicen y tratamos de ser "maduras", "aceptar las críticas"... nos enfocamos en el error y nos duele como nada en el mundo, nos sentimos incapaces, sin talento, sin lo que se requiere.

Pero, ¿sabes qué?... No importa quien seas: tienes lo que se requiere, es suficiente contigo. Eres lo suficientemente bella, lo suficientemente inteligente, lo suficientemente talentosa... Lo debes descubrir, enfocar toda tu energía en ello. Como decía Bruce Lee "mantén en tu mente las cosas que quieres y fuera de tu mente las cosas que no quieres". 

Pásalo a alguien que tú creas que tiene lo que se requiere y quieres que lo sepa. 


Ágata.


miércoles, 18 de diciembre de 2013

Valiente

La necesidad de seguir...

He sido emocional, apasionada, arriesgada y poco preparada al momento de hacer muchas cosas en mi vida...

Es algo de lo que me enorgullezco, son cualidades tan difíciles de conseguir que me cuesta mucho conservarlas en este momento... Cada vez es más difícil simplemente echarse a volar.

Nos llenamos de prejuicios, recordamos las críticas, nos enfocamos en los errores, en los fracasos... porque todos hablan de ser únicos, de tomar riesgos, de ser diferente pero no lo dicen enserio, lo dicen porque suena bien... pero arriesgarse tiene un precio y he quedado exhausta, he invertido toda mi energía cada vez que lo hago.

He tomado bocanadas de aire fresco, he dejado las redes sociales por un tiempo, aunque todos me aconsejan que no lo haga, entonces vuelvo de vez en cuando.

El tiempo pasa y nos vamos acomodando a lo esperado, empezamos a amoldar las metas a algo más "realista", empezamos a tratar de encajar "un poquito"... Pero el recuerdo de volar sigue siempre como un recordatorio de que la vida es mucho más, no se puede vivir de a poquitos, a medias.

Ha llegado la hora amigo mío, creo que me equivocaré y eso me emociona mucho porque no me detendrá, sólo me impulsará a continuar... y continuar... y continuar... Con la energía a rebosar vuelvo con ganas de comerme el mundo una vez más!!!

Compartiendo el viaje


Bienvenidos a mi cuarto... Aquí estaré compartiendo mi viaje con cada canción. Errores en su mayoría, este es el borrador donde el llamado es a equivocarse todas las veces posibles y necesarias...  Seguramente escribiré algunas incoherencias, algunas cosas muy mal escritas, copiaré frases de alguien más, melodías, ideas, emociones... tal vez escriba demasiado en primera persona y a veces sea insoportablemente emocional... sólo con ánimo de aprender a encontrar mi propio lenguaje.