jueves, 15 de diciembre de 2016

En compañía...


¿Cómo estás? Me pregunto qué estarás haciendo, ¿cuál será el paisaje que tienes frente a ti? Sé que viste la luna que a las 6 de la mañana brillaba entre la luz del cielo. Esa misma luna que entre la oscuridad es imponente, pero que no la necesita para ser bella. Esa que hoy nos sonreía desde el cielo. Sé que la viste porque estamos aquí hablando de ella. 

 Estoy sentada en un cuarto tranquilo. Detrás de mí, un piano. Al frente, tambores, guitarras... y otros instrumentos. Frente a mí hay un pasillo largo por el que corren las criaturas más extrañas (niñas). Un pasillo que me separa de un jardín con árboles habitados por ardillas, mariposas, hormigas y Dios sabe qué otros seres. 

¿Estás hablándome o estoy yo hablando contigo? Estoy sola pero es el momento donde me siento en paz, feliz... y ¡en compañía! ... ¡la tuya!


miércoles, 14 de diciembre de 2016

Adentro

Hey,

¡Qué bueno poder hablarte! Qué bueno poder decirte que todo está bien. Nada de que preocuparse. El clima está cálido, el agua está limpia y fresca, las montañas están verdes. Hoy, pase lo que pase, todo estará bien aquí adentro.

¿Puedes sentir el viento con olor a flores silvestres? ¿Puedes escuchar lo claro que se escuchan los cantos de los pájaros esta mañana? ¿Notas que hoy es un día claro y lleno de colores? 

Quiero contarte que a este lugar le gusta tu presencia. Cuando sabemos que vendrás, todos sonreímos. Bienvenida siempre a casa. Llévate la calma. Afuera hay tormentas que la necesitan.

martes, 13 de diciembre de 2016

No soy.

¿Eres tú? ¿Eres la diferencia entre deambular y caminar con un destino? He querido hablarte desde hace días... En algún punto, perdí la brújula. Afortunadamente, cuando eso me pasa, algo me sacude. Una imagen, una sensación, un día sin sonreír... Y siempre, termino aquí, ¡escribiendo!

Por eso te pregunto, ¿eres tú? Siempre que me llega algún sinsabor o amargura, siempre que necesito recordar que soy fuego, brotan las palabras... Como cuando brotan las lágrimas cuando estoy muy triste. Así. Salen inevitablemente y toman su lugar en el mundo de las ideas. Salen sin que nada las detenga. 

Gracias palabras... ustedes me construyen, sin ustedes no soy. 


lunes, 12 de diciembre de 2016

Miedo

¿Qué puedo decir? El miedo es una cosa rara. ¿Saben qué pasa cuando empiezo a sentirme imparable y segura de mí? ¿Cuando creo que el miedo, ese irracional y hasta tonto, es cosa del pasado? ... 

Él encuentra la forma de aparecer frente a mí nuevamente. De repente, tengo "miedo de no tener miedo"... de ser esa persona "muy rara", de estar "excluida" de mi grupo social, porque soy la única que "no tiene miedo" ... 

¡Qué prepotente eres! ¡Todos tienen miedo! de una u otra forma, ¿porqué te sientes tan especial?, me dice él... Y se aparece frente a mí, como si hubiera tenido unas largas vacaciones y se sintiera fuerte y lleno de energía. Allí está justo en el momento en el que empiezo a sentirme cansada, débil e insegura...

¿Pero saben qué? Lo veo, lo identifico, lo invito a que nos tomemos un café. Es un viejo amigo que nunca me abandonará por completo... ¡y está bien!

 

sábado, 10 de diciembre de 2016

Crecerán

Hablé con ella. Estaba con su uniforme rojo. Seria, concentrada, como si de sus pequeños escritos infantiles dependiera el destino del mundo. No estoy segura de si cruzamos palabras, todo es ambiguo y extraño cuando viajas al pasado. 

Yo tenía mucho miedo de ese encuentro. ¿Qué tal si la había defraudado? ¿Qué tal si la ponía triste? Me acerqué y la abracé. No es un abrazo normal ese entre dimensiones, es una conexión diferente. 

Sentí que tal vez estaba un poco prevenida, pensando que iba a hacerle preguntas... Solo le dije "quiero pasar un momento contigo". También yo estaba prevenida de su reacción al verme, al ver mi vida hoy... ¿Y si no era suficiente?... Entonces me acerqué tímida con la única pretensión de compartir un momento. 

La admiro, no saben cuánto. Los ojos se me llenan de lágrimas de solo pensar en ello. Trato de hacer todo lo posible para ser como ella. Trato de estar a la altura, y mi mayor temor en la vida, es no estarlo, es defraudarla. 

Ella me puso la mano en el corazón y me dijo: "confío en ti"... En las conversaciones entre dimensiones la mano en el corazón no es solo la mano en el corazón. No sé cómo lo sé, pero supe de inmediato que la traducción al español de ese gesto es: "te entrego mis sueños". 

La tierra está húmeda y abonada. Esas semillas rojas que ha sembrado están a salvo. Crecerán.