sábado, 30 de septiembre de 2017

Cavar

Yo solo quiero vencer el calendario. Deadline y nada que me inspire. Me siento a esperar que alguien baje del cielo, con una buena canción, que me la dicte. Que me diga: "mira, empecemos por la Dominante, con una melodía en la novena, para que suena más interesante, que no resuelva... hablemos de un tema que te toque el alma, como por ejemplo, los amaneceres... empecemos por una pequeña historia, en la que te despiertas muy temprano, con la vida corriendo por las piernas, con los ojos brillando de poesía..."

Pero no, nada, nadie viene, ni Dios, ni el ángel de la guardia... Y como eso de esperar me desespera; toca cavar por cada palabra, pala en mano, gota de sudor en la frente... y muchas de ellas no funcionan, no riman, no cuentan nada, no entretienen...Pero toca, toca cavar por cada melodía, pala en mano, gota de sudor en la frente... y muchas de ellas tampoco entienden porque las despierto de la muerte, quieren volver a vivir al cementerio, no pertenecen al mundo de los vivos. Pero no, es demasiado tarde... Deben nacer. Tengo un Deadline que lo exige. Bienvenidas al planeta tierra. 

lunes, 25 de septiembre de 2017

Aburrirse...

Peinarse está sobre-valorado como muchas otras cosas... Me gusta peinarme, cada quince o veinte días... Me gusta sentir el pelo sedoso y su baile, cuando camino por la calle, o como los perros que sacan la cabeza por la ventana del carro... Pero la mayoría del tiempo, me gusta ignorarlo. Sobre todo últimamente. ¿Serán síntomas de "adultez"...? ... Me he dado cuenta de que no es tan grave salir con el pelo lavado, y usar ese tiempo extra en... mirar al techo por ejemplo... o escribir estupideces como esta... Creo que aburrirse está subestimado. Uno necesita tiempo para aburrirse; así esté increíblemente ocupado; especialmente en ese caso. Por eso saco el tiempo de todos los hábitos que voy encontrando inútiles, como peinarse o escoger la ropa. No es mala idea comprar mucha ropa igual... Pensando seriamente en eso. 

domingo, 24 de septiembre de 2017

Mérito moderno

Creo que va siendo hora de dejar de pensar en nuestra imagen como si fuera lo más importante. Y me refiero a ambas posturas: la de "debemos ser perfectas", la de "lo imperfecto es lo bonito", y todas las que están en el medio. Que piensen en eso todo el tiempo las modelos que viven de su imagen. Pero una mujer que se dedica a la música, debería pasar más tiempo pensando en música. 

No nos dejemos engañar. Sí, hay que buscar que nuestro cuerpo funcione bien, que esté cómodo en la ropa que nos ponemos, que se recargue apropiadamente con la comida; pero después, ¡usarlo para lo que nos haga felices! Pero es como si nos pasáramos la vida lavando el carro, cambiándole el color, o convenciéndonos de que el color que tiene está bien, y a la defensiva con todo el que diga que no... ¡Súbase al carro y disfrute del viento! 

A veces uno se siente bonito, a veces no... no hay que gastarse toda la energía creativa en reconciliarse con eso. Piense en otra cosa más importante. 

¿Nuestro mérito moderno es ser una mujer segura de su cuerpo?... ¿y ya? Para mí es igual de tonto.  Mujer, enfoca tus esfuerzos en tus creaciones. No juzgo, lo escribo para mí. 

jueves, 21 de septiembre de 2017

No superviso

Micro-sensaciones. Una pestaña dormilona, tobillos que cuelgan cuando me siento, mis brazos colgados tratando de hacer caso a la voz que dice: escribe. "¿Y qué pasa si no quiero?... Somos como tú,  a veces no... no queremos, escribimos pero no nos pidas que nos importe".
Qué te crees, escribes sin saber, aquí va un bla bla bla, aquí va otro, aquí va una tontería con máscara de importante, aquí va algo importante mal escrito, aquí va algo patético, aquí va algo de ego, aquí va algo de orgullo, aquí van más quejas. 

¿Qué sentido tiene esto? ... No puedo evitar parar pero sigo, sigo porque me obligas, pero paro porque tengo que hacerlo, ¿qué pasa si me quedo sin palabras? Lámpara, pájara, guitarra, muerte, luz, sexo, querer, amarillo, partir, parir, herida, anhelo. Tomo un diccionario y todas las palabras significan que te extraño, quiero saber que me extrañas, tal vez no, no importa la mayoría del tiempo, pero hoy sí, ayer también... ¿quién habla cuando yo no superviso?

 Un escrito que es un llamado, un escrito que es un grito, un escrito que agoniza, un escrito que no sabe. 

Me gustan los pájaros con sus sonidos y sus colores. Sus cantos son la belleza... Su aleteo cuando pasan apenas sobre mi cabeza son un regalo. La meta de cada segundo es la misma; estar preparada para saborear las sensaciones, estar presente para ser parte de la pintura, no hay más, no habrá más... Cantan. En cada exhalación un suspiro. 

miércoles, 20 de septiembre de 2017

¿Dónde están?

¿Dónde están? 
La primera vez que las vi agradecí el privilegio, guardé sus colores y la sensación de asombro en mi recuerdo, luego los necesitaría cuando mis canciones estuvieran con un aburrido cielo gris. 

La segunda vez llegó sin avisar, doce guacamayas sobre un mismo árbol, ¡doce! yo estaba sentada en sus raíces, ellas en las hojas. Nunca tanto ruido fue música dulce. Fui parte de una pintura, fui una intrusa feliz de serlo, y como la primera vez, pasó casi una hora de tratar de no pestañear para no perder un segundo de un espectáculo de lujo que me ofrecía la naturaleza, así, sin avisar, sin cobrar la entrada, sin motivo, sin pretensión, sin cámara porque ir por el celular era perder 5 minutos del show. 

La tercera vez pasaron volando muy cerca, esta vez no las conté, esta vez estaba de afán, se posarían sobre el árbol, las observaría de lejos para descubrir que seguían allí, en silencio, amando, de dos en dos. 

No sé cuántas veces las vi. Dejé de contar eventualmente. Ellas me llamaban. ¡No se atrevan a decirme que no! ¡Ellas me llamaban para que las mirara volar! Como la primera nota de un concierto llama a la audiencia a ser parte de una historia...

¿Dónde están las Guacamayas?


lunes, 18 de septiembre de 2017

Puente

Deseo estar en otra emoción. No en otro lugar, no haciendo algo diferente, ¡en otra emoción! Me llevo conmigo a donde quiera que vaya, no importa que esté aquí o que esté bajo un árbol en medio de la selva. 

La emoción que habito es plana. No es amarga, no es dulce, no está mal, no lastima, es necesaria, la acepto... Es solo que no es para estar allí mucho tiempo. Hay emociones para quedarse a respirar, o a mirar el paisaje tomando café... y las hay de transición, como esta. Silenciosa, con bruma, con un viento que trae hojas, polvo y olor a invierno. Cruzo un puente. No sé hacia dónde voy.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Lo absurdo

Todo lo que se me ocurra, ¡qué carajos es esto! ¿Quién te crees que eres para delatarme de esta manera tan absurda? Escribir de forma irresponsable, ¿qué derecho tienes a la repetición?, al fin y al cabo, ¿no es lo mismo?... La época en la que todos opinamos así, con ligereza, sin argumentos, sin vocabulario, sin profundidad. ¡Y todo vale! 

Pero a veces todo lo que hay por dentro es basura, o ni siquiera, a veces son sombras de la basura ajena. Lo que crece desde la raíz es nutritivo y lleno de vida, pero necesita espacio, y a veces no hay, hay un exceso de excitaciones inútiles, irreales, de las que encadenan a los placeres superficiales, al anhelo de otro momento, entran en mi mente y se roban la profundidad de mi presente. 

¿No te pasa que te saturas de nada?, te llenas y no dejas espacio para lo importante. Y la cabeza cree que piensa, el cuerpo está desconectado, está en un encendido automático. Estar sin escuchar es no estar. La mente es ese sapo que muere calcinado sin darse cuenta. Qué difícil es mantener limpio el mundo interno, tantas obviedades complejas.

viernes, 15 de septiembre de 2017

Inventario de emociones.

Como no sé qué escribir, prometí que esta será una versión automática. Aquí va sin edición y seguramente con errores de redacción. Todo lo que salga. 

El café huele a café. Este no es el mejor, no es de Concordia, probablemente esté mezclado con algo que no es café, está oscuro, pero no es intenso, solo fuerte. Me reconforta pero no me excita, no es un estallido en mi boca. 

Quiero ser capaz de percibir muchas cosas que no percibo. Quiero ser capaz de expresar en mis canciones muchas cosas que siento y que no sé dibujar con el aire para que pase por mi cuerpo y sea una melodía, como las sutilezas de este momento. 

Hay micro-sensaciones, tonalidades de color, 13% de azul, 37% de blanco, 5 % de rojo, 15% de un amarillo pálido, 30% de un azul que a su vez tiene 10  variaciones... 13% de nostalgia, 37% de quietud, 5% de erotismo, 15% de una alegría silenciosa, 30% de un montón de miedos me halan hacia un lado y hacia el otro mientras camino por la cuerda floja. Abajo un abismo que va al mar. Como cuando salté. Es liberador. No hay porqué tener miedo. A la mierda la cuerda floja, ¡quiero lanzarme al mar!

Mi versión automática terminó haciendo un inventario de las emociones de este momento. 

jueves, 14 de septiembre de 2017

Azar

Amarillos, marrones, punzantes, dulces, profundos, hirientes, sanadores, molestos, sonidos al ritmo del azar. He aprendido a disfrutarlos, la vida hace música siempre, música nueva a cada segundo.

En el azar, el infinito cabe en un instante. La vida se agranda. La belleza se diluye como la ilusión que es, para volver a engañarme con su teatro.

martes, 12 de septiembre de 2017

Caos hermoso

Perturbaciones en el aire. La naturaleza parece saber exactamente cómo romper el equilibrio para crear belleza y un falso sentido de balance y quietud en la mente. Todo sonido es aire que está siendo agitado. Todo se mueve, ¡todo! ¡Siempre!

Cantar es decirle al oxígeno cómo moverse por mi cuerpo para que desordene un poco el aire. Hay en las canciones, el anhelo de un caos hermoso. 

Autómata

Tuve un sueño perturbador. Fue solo un sueño. Me desperté como quien corre a toda velocidad por un desierto y busca  las puertas de sus ojos. Acabo de notar que no tengo listas, no tengo metas específicas para hoy, deambulo por un papel digital, sigo agitada, entre-dormida y a la vez muy despierta, como una autómata, como cuando era sonámbula y caminaba por la casa a media noche (según mi mamá, yo no recuerdo ser una momia).

lunes, 11 de septiembre de 2017

Me cierran

Cerrar los ojos para sentir, creo recordar que eso es posible.  Hoy no los cierro; los abro para no dormirme y ellos me cierran porque ya no hay más espacio en mi mente. Y yo insisto con mi imprudencia, insensatez, inmadurez, prepotencia... Y ellos, como último recurso, me obligan a escribir estas palabras. Me delatan. Me exigen dormir a cambio de las llaves de mí misma. Abro los ojos para no quedarme dormida... ellos me cierran. 

Humanos, pájaros...

Ruido, ruido, ruido, ruido... Ruido desordenado. Si escucho ruido es porque soy incapaz de escuchar. 

Los pájaros preguntan, responden, establecen su territorio, preparan su día. Ser un pájaro debe ser igual que ser una persona que trabaja. Dejé de pensar que ser un pájaro es mejor que ser humano cuando descubrí que los pájaros cantan porque es necesario, no porque es bonito. Son más prácticos que yo. A veces canto porque sí. Son más racionales... ¿Más humanos? No me hagan caso, a veces escribo muchas cosas sin sentido. 




domingo, 10 de septiembre de 2017

Demasiado

Me siento demasiado orgullosa de mí. Sí, profe de escritura, "demasiado" es un exceso. Es que seguro querré eliminar esta entrada mañana a primera hora...

Pero hoy no me importa, ¡qué bonitas canciones! Hey, solo existe el presente, y en el presente me felicito, me he ganado una sonrisa de satisfacción con 5 estrellas luminosas. Cumplí un objetivo ambicioso para una semana de trabajo intenso. 

¿Esa es la vida no? Fascinante.


sábado, 9 de septiembre de 2017

El oficio

No tengo ni puta idea de qué escribir. Así, tal como sale de mi mente, ¡así es!

Es una mañana fría de sábado. Creo que hay pájaros, viento... y esas cosas de todas las mañanas, pero no estoy prestando mucha atención. Tomo café de Concordia, llevo puesta una camiseta blanca de hombre que compré para mí (son más cómodas que las de mujer y no tengo que comprar pantalones de pijama). 

Es hora de enfrentarme a las ideas de ayer, ¿me gustarán? Estoy nublada con sensaciones pequeñas, me encontré a mí misma corriendo de mis canciones. No me quiero escuchar. A veces soy tan cursi, a veces soy tan exagerada, a veces soy tan pretenciosa. Uno debería escribir canciones y no volverlas a ver si quiere conservar su sanidad... de hecho, yo hago eso. 

No pongas atención, son patadas de ahogado. La corriente me está llevando y no tengo escapatoria. Hoy hay que escuchar, y elegir, y cambiar... Es parte del oficio. La oficina de las canciones abre en 5 minutos. 

viernes, 8 de septiembre de 2017

Conocerse

Fragmentos. Ideas que necesitan una mirada atenta y libre de prejuicios. Escribo por pedazos. Escribo como pienso. Soy hija de mi época. No lo puedo evitar. Ideas cortas y sin conexión. Me convierto en diseñadora de rompecabezas de paisajes y escenas... Y está bien. No se necesita ser Buda para escribir una canción. Si lo fuera, no necesitaría las canciones como herramientas (poco eficientes) para conocerme. 

Entre más escribo, menos me conozco; es que por cada atributo que me descubro, me dibujo otros dos. Me edito un poco todos los días. No me conoces. No me puedes conocer. Ni yo misma me conozco. 

jueves, 7 de septiembre de 2017

¿Seré capaz?

Hoy las musas no aparecieron. Estaba allí como un soldado, como ayer... ayer funcionó, ¿por qué hoy no? 3 am, baño de agua helada, agua, café, un poco de fruta... y la lista de tareas. Terminar esta letra. Cambiar esta armonía. Escuchar y elegir. Descartar. Escribir... Esta hora es mágica, casi siempre. Hoy no. Hoy la voluntad estaba presente, pero no el corazón. 

Soy amateur en esto de ser primitiva. Mi perseverancia es irritante. Pero ser animal es algo nuevo. Por eso a estas canciones les cuesta encontrar salidas. Son canciones viscerales... ¿Seré capaz de escuchar su mensaje sin censurar? ¿Seré capaz de percibir su esencia y usar las herramientas correctas para comunicarlas? ¿Seré capaz de renunciar al control? 

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Juego

¿Cuántas mariposas en el estómago es uno capaz de soportar? Creo que así se mide la fortaleza del soñador. Una adicción a estar un poco asustado, y ahí está uno siempre: en la cuerda floja. Y uno vuelve y se pregunta, ¿por qué carajos no tomo el camino seguro?... y no, es que no es divertido. Es una adicción a la diversión, al juego. 

Reglas

Qué cantidad de reglas nos hemos puesto. Estoy escribiendo canciones, o por lo menos, es lo que trato de hacer de manera compulsiva y a veces (casi siempre), poco eficiente. Pero, esa es la cuestión, "la eficiencia". Profe, ¿qué es eficiencia? Me preguntó una chiquita. "Hacerlo bien con menos tiempo y esfuerzo... "

Eso no aplica mucho cuando de escribir canciones se trata, ¿o sí? para eso las reglas que uno interioriza. Tengo muchas reglas que me tienen "amaestrada" cuando escribo canciones. Reglas que hacen de las canciones, ¡nada! Un objeto vacío de particularidades y lleno de clichés. Estrofa, coro estrofa, coro, puente, coro, coro un poco más agudo.  Mismo tempo automáticamente en 120, 90 u 80.. de hecho cuando mi ritmo interno es 107.09... lo ajusto a 105 o 110. Incluso cuando una parte de la canción me pide ir más lenta... doy click en el ícono del metrónomo y adapto la melodía... De manera automática... Así es que se hace, ¿no?

Y hay una voz por dentro en este momento que me dice "espérate un momento, ¿porqué escribes esto si no vamos a cambiar esos parámetros?... no sabes cómo más... para ya de escribir".




martes, 5 de septiembre de 2017

Pescando

Blanco. Loop. Repetición. Mismas ideas. Extrañas. Fragmentación. Oscuridad. La lucha por comunicar una idea. Drama. Intentos fallidos de amar.

Siento decirte que he perdido la capacidad de conectar las ideas. 

Estoy pescando en una grabadora de audio con más de 1000 pequeños audios, muchos de los cuales son repeticiones de lo mismo, otros que me han sorprendido de lo extraños que son, otros que llevan una cantidad de drama que no pensé cargar alguna vez en mi cabeza.

Empecé el ejercicio a las 3:30 am. Una hora de escuchar, eliminar, clasificar, sorprenderse, avergonzarse, elegir (o por lo menos darles la oportunidad de una segunda escucha). No es que sea mala conmigo, de hecho, me prometí escuchar con atención aquellas voces que sin importar que me gusten o no, estén diciendo algo que en el fondo de mi corazón creo que es importante. Prometí prestar atención y no juzgar. 

Entre mucha repetición y sinsentido, hay también mucha valentía. Encontré hasta una canción a mi muerte.  Es tal vez la canción más extraña que he escrito. Dulce, profunda. Me imaginé a mí misma como alguien que pierde la memoria. No hay tristeza. No hay vacío. No hay conexiones con este mundo. Es alguien que está en el momento presente y ve luces, escucha la voz de la muerte, una sensación cálida que la envuelve... y me dejo llevar. 

lunes, 4 de septiembre de 2017

... y de vez en cuando...

Sí, todo sucede como en cualquier otro día. Las pequeñas variaciones en volumen, en intensidad, en sonrisas, en expectativas... La misma canción tocada por los mismos músicos... El día. Inicia la semana... Quisiera escribir que los pájaros cantan y estoy extasiada, que los sonidos de las niñas están llenos de dulzura e inocencia, que me invade la dicha y disfruto del café... Y sí, los pájaros cantan, hay sonidos, no hay café en mi boca... y la sonrisa está dormida. No quiero seguir mis propias fórmulas. No quiero comer frutas para sentir que la vida corre por mi cuerpo. No quiero respirar lento y caminar pausado. No quiero escribir... No sé porqué lo hago. Es una inercia. Todo hoy es por inercia. Días en los que solo tengo la corriente de los hábitos que he construido... Confío en ellos mientras regreso. Me abandono en el agua. 

viernes, 1 de septiembre de 2017

La noche

Mis ojos están cerrados mientras digito estas palabras. El aire no tiene mucho espacio en mi cuerpo hoy, la mañana tampoco. 

Estoy repleta de la noche. El cielo negro, impenetrable, sin estrellas pero con misterios, sin voces humanas pero con los sonidos de los grillos, los murciélagos, los carros sin gente... Sí, yo creo que van sin gente, porque suenan los carros pero no suenan las personas... Y además en la noche todo se puede; ella me lo ha dicho cuando me da permiso de ser otra cuando viene a mi encuentro. 

La noche está contenta habitándome. No entiende porqué le doy un beso de despedida tan temprano.