sábado, 9 de septiembre de 2017

El oficio

No tengo ni puta idea de qué escribir. Así, tal como sale de mi mente, ¡así es!

Es una mañana fría de sábado. Creo que hay pájaros, viento... y esas cosas de todas las mañanas, pero no estoy prestando mucha atención. Tomo café de Concordia, llevo puesta una camiseta blanca de hombre que compré para mí (son más cómodas que las de mujer y no tengo que comprar pantalones de pijama). 

Es hora de enfrentarme a las ideas de ayer, ¿me gustarán? Estoy nublada con sensaciones pequeñas, me encontré a mí misma corriendo de mis canciones. No me quiero escuchar. A veces soy tan cursi, a veces soy tan exagerada, a veces soy tan pretenciosa. Uno debería escribir canciones y no volverlas a ver si quiere conservar su sanidad... de hecho, yo hago eso. 

No pongas atención, son patadas de ahogado. La corriente me está llevando y no tengo escapatoria. Hoy hay que escuchar, y elegir, y cambiar... Es parte del oficio. La oficina de las canciones abre en 5 minutos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablemos... ¿Qué opinas? ¿Tienes algo para contarme?