lunes, 31 de marzo de 2014

Los sonidos de la mañana

Son todos esos sonidos, los pájaros enloquecidos, los carros que se escuchan a lo lejos, el señor que grita "El Colombiano" "El Quibo", la palmera al moverse, algunas palomas en el tejado,  la ducha y el fogón cuando pongo el huevo a sofreír, el sonido de la cafetera y de los golpecitos en el teclado del computador cuando voy escribiendo estas palabras... Sonidos que inician un camino, el camino del día. Son sonidos especiales. Hoy todos los que vivimos tenemos por delante toda una jornada o todo un viaje... es cuestión de cada uno escoger como lo vive. Es lo que se me hace maravilloso de las mañanas, perdonan todo lo que hayas hecho ayer y vuelven como si nada, vuelven para que tengas otra oportunidad de ser feliz, de ser mejor. Sí, estos son los sonidos del perdón.

domingo, 30 de marzo de 2014

Desde afuera

Me gusta como se ve mi casa desde afuera. Las cortinas se mueven con la brisa del atardecer; hoy no importa el atardecer, sólo soy parte de él mientras me miro a mí misma. Desde afuera me gusto más, desde afuera mi casa también se ve más bonita, ¡qué cálida es!, es el hogar con sus comodidades y descansos, son los besos que le he dado a mi amor en el sofá, son los retratos de la abuela y los cojines en el suelo, es el gato que me mira y se pregunta ¿qué hace? o que tal vez solamente quiera más galletas.

Veo las flores y la mesa llena de papeles de colores, libros y aquella máquina mágica de la que sale toda la música que quiera.

Desde afuera mi casa es más bella. Hoy estoy parada en el balcón mirando hacia adentro, pensando: ¡Estoy de vuelta! Sé que muchos días son solamente días, pero hoy es un día importante, hoy he regresado, hoy han encajado algunas piezas y de repente todo vuelve a tener un extraño sentido. Nada ha cambiado, pero eso no importa: yo lo he hecho!

martes, 4 de marzo de 2014

DUDA

Hay momentos de duda... esos momentos son peligrosos, son portales para que lleguen los demonios, llega la ansiedad, el estrés, el miedo... todos ellos parecen tener un gran poder, tienen armas que paralizan, nos hacen sentir impotentes, pequeños, insignificantes, incapaces... La duda es sólo una puerta, no es mala, a veces dudar es importante, nos hace cuestionar, nos hace aprender... 

He aprendido una manera de luchar contra los demonios... es bastante simple: mantenerse en movimiento. No pensar en lograr algo cada día, sino cada hora... moverse cada hora y hacer lo que sea que tengamos que hacer para mantenernos en movimiento. Estos demonios atacan con armas invisibles, nos inmovilizan y no siempre nos damos cuenta, porque nos mantenemos distraídos, pero es suficiente con estar en un constante estado de alerta... ¿Cuántas veces nos sorprendemos a nosotros mismos pasada una, dos o hasta tres horas que han sido desperdiciadas?... Hemos de sorprendernos a los pocos minutos o menos, pararnos del computador, del televisor, del iphone o de los pensamientos estancados... y actuar... hacer aquello de lo que hemos estado huyendo, enfrentar con valentía aquello a lo que en momentos de lucidez hemos decidido dedicar nuestra vida y nuestros esfuerzos.

La vida no debe desperdiciarse, es demasiado corta para estar dormidos. Las dudas no siempre son urgentes y no siempre son sensatas.