martes, 9 de mayo de 2017

Decidir es renunciar

Desperté, entendí la dimensión del tiempo que tomará cada uno de mis sueños, entendí la vida que cuesta la materialización de las imágenes mentales en este planeta azul. Pasar de lo que se crea en el papel, al mundo de otros, hacer que mis imágenes mentales estén disponibles, ¡la magia de compartir una historia con otro ser humano! Es todo para mí, y siempre lo he sabido, lo tengo claro: ¡Pago el precio!... 

Pero aún así, renunciar me duele, me duele mucho... Es tomar un cuchillo y apuñalarme el corazón. Es destruir una parte de mi. Es elegir un sueño sobre otro. 

Duele, quiero resistirme, no quiero renunciar a nada... esa resistencia me desgarra por dentro,  pero renunciar es un requisito para luchar por los sueños. Renunciar es tomar decisiones, y los sueños requieren un alma valiente que las asuma. 

Mi alma despierta, está llena de colores... y aún así, duele.

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