miércoles, 4 de octubre de 2017

Trabajo

Es un trabajo... Como cualquier otro. Hay que levantarse temprano, hay que escribir cuando no quiero escribir, seguir estudiando cuando no tengo muchas ganas... y no importa, hay que ir a la oficina y cumplir con los objetivos del día... como en cualquier trabajo. 

No me gusta la idea romántica que a veces venden de la inspiración, porque te vuelve una marioneta de las hormonas, porque te hace sobre-valorar canciones que se siente muy bien escribir, pero que viéndolo bien, quizás no sean tan buenas... y porque además, hacerle caso a la inspiración la hace cada vez más superficial y esquiva, ella empieza a patinar en las mismas ideas, mismos patrones rítmicos, mismos temas, mismas progresiones. 

La mente racional sigue siendo valiosa para el arte, y de alguna manera, se conecta con las demás... ¡Yo lo sé! Es solo que toma mucho más tiempo y desprendimiento; y el ego está ahí, apegándose a algunas ideas, maquillándolas con su vanidad... 


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