viernes, 24 de noviembre de 2017

Laberintos

Necesito una ventana abierta para saltar. Salir de uno mismo es de las cosas más difíciles. Llueve. Generalmente escribo cuando llueve. A veces no me gustan las palabras. Son radicales. Sí. No. Me gusta. No me gusta. Es negro. Es gris. Es verde. No es suficiente con decir que te deseo. Hay cosas que las palabras no entienden. Hay dimensiones que se escapan de su alcance. 

Camino por un laberinto, ellas son los muros. Necesito una ventana para saltar. Por eso escribo, para ver los muros, para poder tumbarlos a golpes... y correr hasta que me duelan las piernas, hasta que los latidos del corazón hablen más fuerte, hasta asegurarme de que aún vivo, hasta encontrar una melodía que te diga lo que mis palabras no pueden. 

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