sábado, 25 de enero de 2014

Ideales

La vida es neutral; es como es, no creo que haya alguien planeando grandes cosas para cada persona, no creo que tenga sentido en absoluto, creo que tiene una belleza suprema y dolor, mucho dolor. Yo ni siquiera sé qué significa la palabra dolor... no he perdido a alguien a quien ame profundamente, no he sentido hambre, no he tenido miedo de que me quiten la vida, no he sido maltratada ni nada por el estilo... Mi vida ha sido bella, sé que en el mundo animal existe mucho dolor, miedo, lucha... y también lo han sentido millones de seres humanos, para mí es sólo una palabra. No entiendo porqué tiene que estar en el universo... y mi duda es tan superficial como mi conocimiento del dolor o de algún tipo de dios.

Sé que siempre puedo escoger qué pensar, qué creer, qué posición tomar ante las cosas que me pasen, qué construir con las herramientas que tengo, cómo actuar ante las circunstancias que me rodean y también tengo la ilusión de tomar muchas decisiones por mi misma. Sé que soy privilegiada de existir en esta época y en esta cultura de mucha más tolerancia, en una época donde dormir tranquila todo la noche es normal, en donde los hombres no son obligados a ir a una guerra y las mujeres no son violadas dentro de sus casas como un acto cotidiano, suceden estas cosas, pero en una proporción increíblemente más pequeña. 

Las búsquedas espirituales a veces se me hacen tan superficiales como todo el sistema en el que vivimos. Imagino que Dios se ha de encontrar al interior de cada ser humano. ¿Cómo puede ser una búsqueda tan personal estandarizada para toda una religión?. Siempre he pensado que cada individuo debe encontrar el camino a sí mismo, no hay camino antes creado que sirva a otra persona.

Yo tengo un arquetipo,  es "la mujer sabia". Adentro hay alguien que no se equivoca, que no pierde la fuerza cuando yo lo hago, que es perfecta, que me guía y me invita a ser mejor, que está conectada con la sabiduría del universo, que habla el lenguaje de las semillas, de los árboles, de los nacimientos de agua, de los ríos, de las estrellas, de las galaxias,
de los instintos, de la bondad, de la empatía...  ese alguien soy yo, un yo sabio, un yo sin límites que cuida de mí y me enseña a ser como ella.

En algún lugar que no recuerdo leí la siguiente pregunta: "¿Para qué sirven las ilusiones, los sueños, los ideales si nunca se alcanzan?...  precisamente, sirven para caminar"







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