miércoles, 8 de enero de 2014

El ego, la vanidad y los sueños

De pequeña,  me gritaban "creída",  "piensas que eres mejor que los demás", "egocéntrica","vanidosa"... y yo lloraba, simplemente me sentía tímida, me costaba sostener una conversación por demasiado tiempo si no tenía confianza con aquella persona, no me sentía muy cómoda con las multitudes, ni cuando los niños jugaban, ni en las fiestas... no sabía qué hacer para que al rededor se sintieran cómodos conmigo y siempre terminaban diciendo: "se cree mejor que..." 

Tenía miedo de sobresalir por cualquier cosa porque no quería ser una persona "odiosa"... entonces me encerraba a tratar de ser mejor, a leer, a escribir, a pensar en cómo ser mejor... y cada vez era más solitaria, tenía más miedo.

Hoy viajo a esos días y entiendo que es un error la manera como tratamos a muchos de estos chicos que cómo yo en algún momento tienen terror a tropezar en los intentos por sobresalir, ser diferentes o perseguir sus sueños,  porque estarían todas las personas que dicen ser tan humildes señalando e iluminando los errores, diciendo "mira como dice ser tan capaz y no lo es"... ser iguales es más cómodo porque nadie nota los iguales. Esta situación se convierte en una pesadilla permanente y en un círculo vicioso difícil de romper. 

Terminamos siendo adultos que abandonan sus sueños, porque debemos ser humildes y...  tenemos miedo. Sobresalir es peligroso, es doloroso... por eso nos quedamos entre la multitud, adoptando miradas y actitudes comunes y sumisas, porque no queremos tener un ego muy grande que ofenda a los demás...

No creo que ser humilde esté mal, creo que interpretamos la humildad de una manera muy errónea... se trata de tener igual respeto a cualquier ser humano independiente de su condición física, socio-económica o cultural... es difícil de aplicar, son pocas las personas humildes con aquellos a quienes no consideran sus iguales y claro está, es fácil agachar la cabeza a aquellos que consideramos por encima nuestro. Y no se trata de agachar la cabeza a nadie, ni de esconderse o achiquitarse para no ofender... Eso no es humildad, es inseguridad. A veces confundimos seguridad con arrogancia, con un ego muy grande... Cuando somos niños no entendemos la diferencia. Hasta en esos personajes ficticios o históricos  que vemos en la televisión y que tanto adoramos en ocasiones hay un "ego grande" en algún momento de su camino, Sherlock Holmes, Doctor House, El Guasón, Aquiles... 

El camino para "matar el ego" es un camino de crecimiento increíblemente largo y personal. No creo que tenga que ver con sumisión o con parecerse al de al lado para no sobresalir. Tampoco creo que sea nada productivo usar términos que no entendemos completamente para etiquetar a las personas con calificativos de "arrogante", "qué ego tan grande"... Creo que esas personas se esconden tras sus propias inseguridades e incapacidad para ser diferentes y se sienten bien etiquetando a los "egocéntricos" y "vanidosos".

La invitación que me hago a mí misma y a ti... es a crecer la vanidad, la percepción de sí mismo, está bien creer que eres bueno, que eres bella, que eres inteligente... siempre que esta sensación te motive a crecer, a creer en tus habilidades, a desarrollarlas, a escuchar tus instintos y a perseguir tus sueños.







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