miércoles, 11 de enero de 2017

Un pedazo de recuerdo - Diario de viaje

26 de diciembre de 2016

Día 1

En este momento me gustaría... preferiría... No sé... ¿Aprenderé algo? ¿Tendrá algún sentido estar acá? No tengo respuestas y estoy cansada para buscarlas... No las quiero.

¿Qué tiene lo incómodo para enseñarme sobre la vida? sobre mi vida...

27 de diciembre de 2016

Día 2

Gracias... Por seguirme en este viaje. Me gusta pensar que es un momento para conocerme. A veces quisiera más tiempo conmigo, como cuando uno tiene sed y la garganta le grita que necesita un poco de agua...

Es extraño, pero de cierta manera, compartir con otros, escucharlos y tratar de entenderlos, es conocerme, es saciar mi sed de otra manera... Cuando me permito ser honesta, ser yo, cuando me quedo sin maquillaje y dejo que las palabras caminen desnudas y se bañen en el río conmigo...

28 de diciembre de 2016

Día 3

Los pájaros cantan, el agua corre. El sonido de la cascada es el sonido de la paz. El viento roza mi piel y siento que nada puede ser más perfecto. ¿Pero saben qué? No es diferente estar aquí a estar en casa, estar en la oficina, estar caminando por las calles de Medellín. Estar esperando a saltar, estar esperando para iniciar la travesía otra vez, prepararse para el reto es igual a estar esperando para cantar o estar esperando a que lleguen mis estudiantes.

Todo es lo mismo y en ese sentido, amo estar aquí como amo cualquier tarde. Todo es diferente pero todo es lo mismo. Acentos e idiomas. Francés, Italiano, Alemán o Portugués... Las personas hablan de lo mismo y se divierten igual. Yo soy la misma. La que escribe, la que crea espacio, la que canta y toca el piano, la que extraña a su gato y a su nueva guitarra roja a la que puso tu nombre. La que estando sola se siente en una compañía que le da un abrazo cálido y sincero. La que sintiéndose amada y protegida por su fuerza y su corazón, te extraña.

29 de diciembre de 2016

Día 4

Hay personas a las que no volverá a ver jamás. Como a este pájaro rojo o a esta quebrada mágica. Sé que nunca volveré a este lugar, pero tengo la sensación de que el agua que llevo en mi botella, la del nacimiento en medio de la selva, es el agua que encontraré de nuevo en otro lugar. Con las personas pasa lo mismo. Sé que de alguna manera son las mismas alegrías, sueños, cansancios y decepciones... Lo sé, porque en todas te veo. En todas estás.


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