jueves, 5 de noviembre de 2015

Los sonidos y las palabras

Los sonidos son la puerta. La música es el arte más dulce porque te requiere presente completamente. No puedes cerrar los oídos, pero puedes desviar la atención. Puedes fingir escuchar e irte o puedes escuchar sin que nadie lo note. Es un arte sutil ese de los sonidos organizados. He estado ausente gran parte del día, porque estar presente es siempre una decisión y a veces me olvido de tomarla o me distraigo en cosas sin sentido y sin esencia. 

La música, de la misma forma que vivir, nos exige completos a su disposición para poder ser disfrutada y entendida. A veces es difícil disponer el espíritu, estamos saturados de sensaciones, de sabores y de sentimientos, como cuando comemos demasiado y somos incapaces de disfrutar un saborcito dulce que sólo disfrutamos cuando comemos lo que necesitamos y no más. 

En el espíritu sucede algo similar, ahí adentro las cosas se ensucian si no bajamos constantemente a limpiar la basura, y cuando menos pensamos, no nos encontramos. Creo que nunca somos lo suficientemente sabios como para no dejar pasar basura, así sea en pequeñas cantidades. Escribo y limpio, escribo y me conecto, escribo y me siento siempre un poco más yo, un poco más real. 

Escribo y soy capaz de escuchar y entender un poco mejor la música porque de alguna manera escribir es entrenar la capacidad de estar presente a voluntad, de dejarme llevar por los sonidos o no. La música y las palabras pueden ser muchas cosas, pueden ser todo, creo que son un reflejo de uno mismo y lo que uno desea de sí, por eso, en mi caso, son la tranquilidad de un camino que elijo siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablemos... ¿Qué opinas? ¿Tienes algo para contarme?