martes, 24 de noviembre de 2015

Cambio - Rebeldía - Olvido

Está a punto de terminar mi segunda semana de cambio. La adrenalina va bajando lentamente y poco a poco todo vuelve a la normalidad, la paz va encontrando espacio adentro, los caminos se van despajando y lo que fue una gran tormenta es hoy lluvia que cae sobre mí pero que no lastima, que trae la promesa del sol. 

No me gusta esta época del año, nunca me ha gustado, llega navidad con sus excesos, escapes y excentricidades. Tal vez sea una cuestión de rebeldía sin razón, pero es en la época en la que menos alcohol consumo de todo el año, no suelo querer beber una sola cerveza en todo el mes... ¡no me provoca! 

Sí, tal vez sea una rebeldía absurda, pero es algo que no es consciente; en esta época más que en cualquier otra, mi cuerpo quiere silencio y calma, quiere esconderse de todas las fiestas y del ruido. Me provoca irme a vivir en una cueva en una montaña y escribir y entrenar hasta que enero vuelva con sus rutinas y sus posibilidades de seguir viviendo los sueños. 

Hablaba del cambio... tengo una semana más para cambiar; me queda una sola semana de luto. He perdido a alguien para siempre y siento como el viento va llevándose el dolor, siento como llegará el momento en el que sea fácil vivir sin él, siento que el olvido es posible, me siento capaz de invitarlo a olvidar con la certeza de que yo también lo haré. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablemos... ¿Qué opinas? ¿Tienes algo para contarme?