viernes, 6 de noviembre de 2015

Esperar

No creo que exista algo que odie más en la vida que perder el tiempo. Esperar en la fila de un banco o de una oficina por tiempo indefinido y sentir que esa hora de tu vida no la recuperarás nunca. Hoy me encontré en esa situación. Cuando sé que debo esperar llevo un libro o unos audífonos y buena música, pero hoy me tomó desprevenida aquella espera. 

Pasaron 15 minutos y empecé a desesperarme y mirar el reloj. Cuando había pasado media hora empecé a pensar en lo absurdo que era lo que estaba sintiendo, tenía lápiz y papel y escribir es algo que me gusta hacer, decidí cambiar la dinámica de la espera, usar ese tiempo escribiendo sobre ello. Alcancé a escribir muy poco: "es como si uno llevara vida en una maleta que lleva consigo y se fuera un poco en cada minuto de espera... odio esperar". Cuando tomé el control de mi tiempo, el tiempo de espera se acabó, salió el personaje en cuestión de su oficina y me dijo "¿me necesitabas? ... 

Parece que la vida es así, ¡libre! Se nos escapa cuando la obligamos a que esté para nosotros y se posa tranquila en nuestros días cuando vamos por ahí tranquilos y felices. Tal parece que la vida le sonríe a la libertad...

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