jueves, 26 de noviembre de 2015

Buscando nuevos propósitos

Poco a poco empecé a levantarme más tarde, dejé de despertarme a las 3:50 am a sentir el amanecer, a escribir y a vivir. 7 am y aún seguía en mi cama lamentando que fuera hora de iniciar un nuevo día... es normal cuando uno no tiene que madrugar tanto, uno llega cansado dirán... ¡y sí, lo es! es normal dormir un poco más, sentir que el tiempo pasa rapidísimo, sentir que seguir los sueños es difícil, sentir un sinsabor con la vida y esperar los fines de semana o las vacaciones... 

Puede ser normal pero nunca fue mi elección, es la marea la que me va arrastrando lentamente hacia un camino que no elijo, que no quiero... y luego de meditar un poco, aunque sea con un soundtrack de comentarios insoportables de la emisora del vecino en donde la algarabía de diciembre no se hace esperar, descubrí un camino de vuelta a mí, la sencilla acción de despertarme temprano, mientras todos duermen, cuando la noche es sorprendida por sutiles rayos de luz, despertarme y vivir, despertarme y buscar los propósitos que entre el ruido y la cotidianidad no son nunca visibles, están siendo asfixiados. A veces hace falta recordar que la razón para levantarse temprano es fuerte, es importante y es suficiente para dejar la comodidad, se trata de la vida, se trata de la felicidad.

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