jueves, 3 de septiembre de 2015

Libre para caminar

Me siento nueva, remuevo las capas, limpio el corazón, vuelvo a empezar, vuelvo a conocerme, vuelvo a entenderme... Siento que hay ciclos que puedo cerrar, hay cargas que puedo soltar. Estoy tranquila para ser y para crear. 

Hay luchas internas que he ganado, creo que nunca se es totalmente victorioso, pero debo reconocer que mucho de lo que antes me hacía daño, hoy no; mucho de lo que antes se llevaba pedacitos de mi espíritu, hoy es débil frente a mí. Esos enemigos internos se han hecho insignificantes y yo soy cada vez más fuerte. 

Creo que todos tenemos adentro algo por superar, cierta dosis de algún trastorno que la mayoría del tiempo no es lo suficientemente grande como para no permitirnos vivir. Algo de esquizofrenia, algo de ansiedad, algo de un perfeccionismo paralizante, algo de ira incontrolable, algo de depresión o algún vicio,  alguna debilidad... Y siempre lo tendremos ahí, pero a veces si no lo aprendemos a manejar, termina siendo quien controle nuestra vida... 

Siento que he ganado varias batallas. Me veo en el espejo y me siento orgullosa porque ese demonio, que alguna vez tuvo nombre, a quien escribía en un diario tratando de hacer que se fuera, a quien le tenía tanto miedo y llegué a pensar que era más fuerte que yo... Ese demonio es sólo una sombra, es parte del paisaje... no me asusta, no tiene influencia sobre mí, no me puede alcanzar, ya casi ni lo recuerdo... Me siento nueva, me siento limpia, me siento ligera, me siento libre para caminar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablemos... ¿Qué opinas? ¿Tienes algo para contarme?