El viento me mueve, me despeina y me devuelve a este momento, escucho los carros pasar y los niños jugar y las hojas al vaivén de la noche. Esta noche bailaré como las hojas, jugaré como los niños y pasaré como los carros. Ella, negra y misteriosa; alegre y silenciosa; constante y juguetona. La noche promete ser dulce; los besos y los versos prometen ser noche; prometo ser eterna y hoy, tal vez sólo hoy, lo soy.
En esta parte del apartamento hace frío, pero en mi cuarto hace calor, mucho calor. Tenemos el amanecer y al atardecer. En el balcón amanece y el sol se oculta en mi cuarto. Puedo viajar por el día sólo en unos pocos pasos.
Noche, tú siempre tan hermosa. Mujer encantadora y mujer que me enamora. Hazme compañía un rato más, aún no quiero dormir; háblame al oído y cuéntame historias del otro lado del mundo, puedo ver tu pelo negro sobre mis hombros, puedo ver tus ojos negros sobre el cielo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Hablemos... ¿Qué opinas? ¿Tienes algo para contarme?