La palmera se movía casi como si fuera a caerse durante la tormenta de esta madrugada. Fue aterrador y a la vez sublime. Me impresiona siempre ver la fuerza de la naturaleza. Tan natural, sin esfuerzo, en completa paz y aún así, siempre en movimiento.
El cuerpo se llena y se vacía... La mente se desenreda y vuelve a enredarse... Nunca estoy completa, no de una manera estática o total, nunca estaré quieta y en completo silencio. Cuando hay más paz, hay más movimiento. Lo siento y me dejo llevar. No controlo, pero tampoco me controla.
Los pájaros cantaban después de la tormenta, incluso cuando aún llovía y caía truenos. Los pájaros cantan siempre, siguen cantando la misma melodía que escribí hace años. Me pregunto qué significará. Tal vez, "hora de comer", tal vez "hace frío" o tal vez es solo una melodía, ¡qué dulce sería eso!, solo porque es bonito, solo porque disfrutan de la música. ¡Me gustan los pájaros!
Me ha gustado mucho tu ultima reflexión. Yo pienso que es solo una melodía; porque para los pájaros, con música tan bella, sobran las palabras.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te guste. ¡Gracias por compartirme lo que piensas! ¡Un saludo y un abrazo!
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