martes, 25 de noviembre de 2014

Ser un amigo

El dolor es personal... ¡y eso es muy injusto! Cuando amas a alguien, quieres que no tenga que sufrir nunca; darías cualquier cosa por ayudarle con las cargas... Pero el dolor es como la muerte y como la vida; cada uno lo siente, lo canaliza, lo ignora, lo deja crecer o lo asume, a su manera. No hay más de otra; todos lo conocemos, poco o mucho, pero hemos visto su rostro alguna vez; llega en forma de maestro en ocasiones, pero en otras, llega en formas que nunca entenderemos... 

El crecimiento es personal... ¡de eso se trata el dolor! Y no podemos evitarlo... ¡Cuánto anhelo ver mariposas salir luego de verlas sufriendo en otra forma! Ver los procesos personales de las personas que amas es hermoso, verlas sanar, verlas brillar, verlas volar, verlas felices. Lo único que podemos hacer es estar allí, ser una compañía, ser un par de oídos y una sonrisa cómplice... a veces eso único que podemos hacer es todo lo que alguien necesita. 

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