viernes, 1 de julio de 2016

El yoga y el canto...

Aprender yoga me enseña cómo abordar una nueva canción... Hay poses que hace algunos años eran imposibles para mí. No fue que un día intentara y luego: voila!... Fue una práctica diaria constante, tranquila y sin pretensiones, sólo para sentirme mejor. Y sin pensar en ello, un día parece natural y sencillo... Pero en el camino, unos días podía hacerlo, otros días no... Unos días me encontraba con algún músculo más tenso de lo normal y escuchaba lo que mi cuerpo tenía que decirme, sin afán, sin estrés...

No creo que sea diferente con la música. ¡Qué abrumador es no ser capaz de que mi voz suene de cierta manera! o que a veces suene y a veces no... Ha sido inspirador encontrar maestros que resuenan conmigo, que pasan por la misma situación, las mismas sensaciones de impotencia y sonríen, "es normal..." y quiere decir que estás aprendiendo algo nuevo... En el proceso, sí, te sentirás torpe, sonarás "terrible", a veces te encantará también y luego es como si se hubiera ido el avance... pero no, es igual que con la pose de yoga... llega un momento en el que esa nueva habilidad es natural... pero requiere práctica, constancia, paciencia y una dosis grande de fe... confiar en el proceso, ser consciente de cada nota, de cada sensación... y luego, dejar ir los resultados... ¡fluir y disfrutar de la música!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablemos... ¿Qué opinas? ¿Tienes algo para contarme?