Me gusta contradecirme, equivocarme, volver a empezar; me gusta que me dejen de gustar algunas cosas y que me empiecen a gustar otras nuevas; me gusta entender que estaba segura de lo hoy me parecen un error; me gusta sorprenderme con nuevas decisiones; me gusta volverme a conocer...
Dejo que cambien mis sabores, mis colores, mis canciones, mis películas, mis escritores favoritos, cambio de opinión, cambio de plan, cambio de camino... Creo que hasta los recuerdos y lo que intento conservar, se mueve, se transforma... me dejo fluir ¡y aprendo! ... Cambio porque es mi naturaleza, porque no es posible saberlo todo y cada nuevo aprendizaje me transforma.
Le digo gracias a la niña que ha escrito lo que siente, lo que sabe, lo que ve, lo que sueña, lo que teme... porque a veces ella sabe vivir más que yo. Yo he vivido el tiempo suficiente para incluir en mí opiniones ajenas que me han moldeado, imágenes de un mundo que tal vez ni siquiera es real... pero ella es auténtica, ella sabe vivir...
¡El camino me llevará de vuelta a ser como ella!
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