viernes, 23 de noviembre de 2018

Abismo

No se puede ser libre sin cadenas. Soltar las que no quiero y adoptar las que amo.
No se puede esperar nada de una vida a la deriva sin ser automáticamente esclavos de la vida. ¡Qué rara es la libertad!

Intento asimilar el caos de este momento. Nada está claro. Todo está fragmentado. Me escondo de la duda. Bordeo el abismo y cuando debo saltar, me escondo. 

Ya no bajaré más la mirada porque he regresado a las palabras. Regreso a construir el puente a los anhelos profundos. Poco a poco ganaré su confianza y se revelarán. Me mostrarán su casa. Me contarán sus sueños, me invitarán a un café y eventualmente se quedarán a mi lado todas las noches en las que necesite un abrazo o descansar en su cueva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hablemos... ¿Qué opinas? ¿Tienes algo para contarme?